EL COMPORTAMIENTO DE LOS ADOLESCENTES

by | Ago 15, 2022 | Uncategorized | 0 comments

Hay un común denominador en las conversaciones que tengo con los adolescentes, todos tienen altas demandas con respecto a sus padres, a sus madres, o a ambos.  Las mayores quejas se relacionan con sentirse incomprendidos, su diálogo ansioso, propone consejería sobre su grupo de referencia y sus amigos tan variados e inestables, su discurso da vueltas inconscientes en su gusto por establecer o restablecer, la buena relación que tuvieron o que añoran tener con sus padres, su retórica afirma, su deseo de pasar mayor tiempo de calidad con su familia. Finalmente, muchos no piden o exigen nada irracional, sin embargo, no es una situación sencilla dado los estilos de vida que tienen las familias de hoy y las complejas dinámicas relacionales, a las que todos hemos tenido que adaptarnos

El comportamiento de los adolescentes en consulta, denota un salpicón de emociones, algunos expresan coraje, otros anhelos, otros temores matizados en incertidumbre, ansiedad y angustia, por su presente y su futuro, y la mayoría, manifiestan una necesidad imperiosa de pertenecer y de “asegurar” un futuro sino ideal, por lo menos si una realidad, donde sean aceptados, valorados y amados en el completo sentido de la palabra.

Todos los padres conocemos del mundo adolescente, todos lo fuimos, todos sabemos que la cultura cambiante, los adelantos científicos, los bombardeos mediáticos, y las distintas legislaciones e ideologías, modelan, casi de forma titerista, las características y el comportamiento de cada generación, jovencitos que demuestran, una particular forma de protesta, que la sociedad siempre ha leído como rebeldía, irreverencia, irrespeto, y similares.  Todo esto obliga a las nuevas generaciones de adolescentes, a esforzarse mucho más, para ser leídos asertivamente por la sociedad, y les plantea el desafío para dirigir su coraje y actitud crítica, de forma saludable y no destructiva.

A continuación, te comparto algunos puntos para el manejo en casa, de ciertas áreas en el desarrollo de los adolescentes:

  1. Comienza “pasando” tiempo con tus hijos adolescentes, es necesario compartir actividades con ellos ojalá todos los días, ten espacios de diálogo sobre sus intereses, realmente, no solo se trata de conversar sobre el estudio, sobre el rendimiento académico, sobre las notas del colegio o la universidad, sobre la manera como gasta el dinero, sobre las fiestas a las que asiste con la mínima aprobación. De lo que se trata verdaderamente, es de compartir espacios, rutinas, hábitos, ideas, percepciones, anécdotas, experiencias y ambientar un territorio de confianza y paz, donde el adolescente se sienta escuchado y oído. Como padre aprovecha estos espacios para conocer lo pensamientos más profundos de los jóvenes, sus intenciones, sus frustraciones, angustias, anhelos, quejas e inquietudes, no cometas la indiscreción de debatir temas álgidos y terminar discutiendo, alegando, peleando. Pasar tiempo con los hijos adolescentes es necesario para fortalecer la relación y los lazos afectivos, además de estimular los vínculos de acuerdo a tu rol de papá o mamá. Te conviene tener una relación estrecha con tus hijos y no distante, te conviene tener cerca a los adolescentes y no a distancia.
  2. No solamente los cuerpos de los adolescentes cambian, sus cerebros avanzan en razonamiento y pensamiento abstracto, su desarrollo emocional aumenta estructuralmente, y su desarrollo social se activa potencialmente, es un combo transformacional completo, papá y mamá debes recordar el crecimiento acelerado que viviste en la adolescencia, y la angustia que experimentaste por algunos sino todos esos cambios, además de los comentarios que recibiste de familiares y adultos, especialmente de corte sarcástico, exagerado o negativo, acerca de tu metamorfosis y crecimiento en tu madurez temprana o tardía. El tener en cuenta esto, permite actuar con prudencia frente a comentarios que pueden detonar discusiones, actitudes y comportamientos disruptivos o no deseados en los adolescentes.
  3. Al momento de dar órdenes, impartir instrucciones y establecer límites, recuerda el grado de autonomía que poseen los adolescentes, ten en cuenta que su autonomía, depende de su edad cronológica, pero también, de su desarrollo social, emocional y su madurez. La mayoría de los adolescentes se quejan cuando sus padres les dicen “no porque no”, “no y punto”, sin darles el suficiente sustento y la razón “objetiva” y hasta “justa” de tales decisiones.
  4. De la misma manera no es suficiente para los adolescentes cuando los padres les dicen a sus hijos que ante la presión social o la influencia de cierto compañero les deben siempre decir “simplemente que no”, y no porque no deban hacerlo, sino porque una respuesta de esté estilo frente a compañeros, les generara mayor presión, bullying y conflictos. Los adolescentes valoran demasiado el lenguaje que dan y reciben de sus pares. Los padres pueden ayudar a sus hijos a identificar y practicar estrategias, frente a hipotéticas situaciones interpersonales con sus pares. Esto si les ayuda a tomar buenas decisiones.
  5. Resulta muy útil recordar que la apariencia física para los adolescentes, es de suma importancia tanto para hombres como mujeres, es comprensible que para los padres y adultos, los outfits de moda y los estilos de cabello, maquillaje y arreglo personal, son cada vez más controversiales, por ello, conviene tener en cuenta que una forma de ayudar a los adolescentes, es tomar en serio aspectos más allá de su ropa o accesorios, como por ejemplo el acné, los anteojos, el peso, la figura, las características faciales, el sobrepeso, y hasta el color de piel o estatura, es muy propicio hacer comentarios asertivos al respecto porque a ellos no les basta un “te ves bien” o “todos somos en la familia así”. El tratar de comprender lo que siente, piensa y percibe el adolescente, ayuda a establecer una estrategia de cambio de percepción y actitud o si es posible, a establecer un cambio de imagen.
  6. Muchos padres se descuidan con respecto a la alimentación de los adolescentes, a sus hábitos de autocuidado, a sus intereses deportivos o a sus hobbies. Por ejemplo, la alimentación desordenada genera no solo sobrepeso o acné, realmente intoxica el cerebro intestinal y altera negativamente el cerebro cognitivo. El exceso de azúcar, de comida procesada, el consumo de alcohol, la pereza, el sedentarismo, el libertinaje en los medios de comunicación y redes sociales, provoca en los adolescentes cambios hormonales, fisiológicos, emocionales, conductuales y mentales. Es muy importante fortalecer en casa las pautas de crianza saludables al respecto, haz los cambios que necesites para proveer a tus adolescentes la mejor comida, las mejores rutinas y los mejores hábitos.
  7. Es necesario aprender a manejar el dramatismo de los adolescentes, éste se ve exacerbado porque su pensamiento deja de ser concreto y comienza a ser abstracto, esto significa que analizan situaciones lógicamente en términos de causa y efecto, usan simbologías, hipótesis y metáforas, potencian su imaginación, visualizan con mayor claridad el futuro, evalúan alternativas, y muchos logran establecer metas personales altas. Por su nivel cognitivo sienten más confianza en sus habilidades… seguramente has escuchado frases de padres que dicen “es que tiene solo 15 años y cree que se las sabe todas”. Esta frase significa que los chicos demuestran confianza, así que utilizar con ellos un lenguaje afirmativo que les refuerce sus habilidades, es el primer paso para llegar a ellos, el tono de voz y la comunicación asertiva son los siguientes pasos para empatizar con ellos y lograr que disminuyan o controlen su dramatismo.
  8. A pesar del desarrollo de su pensamiento y de la confianza en sus habilidades, los adolescentes piden orientación -porque la necesitan-, en temas de decisiones importantes como su orientación vocacional, un empleo, o el manejo de sus finanzas, cuando los padres favorecen un buen ambiente, cuando proyectan apertura frente a ellos, cuando les exponen una amplia gama de opciones, cuando se les brinda información precisa y objetiva, es muy posible que estas decisiones importantes terminen siendo tomadas en conjunto como muchos padres quieren.
  9. Con respecto a los cambios emocionales, recuerda la influencia tan grande que tienen los amigos y amigas en ellos, son influenciables y presionados, por lo que conversar con los adolescentes sobre las emociones, su manera de canalizarlas, de manejarlas, les ayudará a comprenderse mejor y comprender a otros, y también, entenderán como las emociones afectan los pensamientos y los comportamientos.
  10. Como papá o mamá ten en cuenta, que una de las mayores catástrofes o dramas de los adolescentes es que lo excluyan real o perceptivamente de su grupo de referencia, ya sea colegio, barrio o familia. De forma similar que se burlen o se sienta discriminado. El rechazo y menosprecio, pueden emerger en ellos como sus mayores fuentes de angustia, estrés y depresión. Cuando los adultos tienen claro estos contextos, deben acercarse a ellos, no con actitud sobreprotectora, sino con actitud formadora para entrenarlos en resolución de conflictos y empoderarlos en las instancias de su autoestima personal y pública.
  11. Los adolescentes modelan los valores de los adultos en casa, así que es importante que como papá o mamá muestres comportamientos coherentes, altruistas y afectuosos dentro y fuera del hogar. El buen testimonio de un padre y una madre, es la mejor escuela moral que un adolescente pueda tener.  Y aunque el ejemplo siempre arrasará la teoría, también, puede echar mano de los dilemas morales en sus conversatorios con ellos, esto les va sensibilizar y preparar hipotéticamente para lo que puedan llegar a afrontar fuera de casa.

Finalmente, ya sabes que los adolescentes pueden resultar realmente confusos, ambiguos y a la vez muy asombrosos, así que te animo a mirar con mayor amplitud el mundo adolescente, pensar que cuando ellos discuten por discutir lo hacen para ejercitar sus nuevas capacidades de razonamiento, saber que su egocentrismo o su tendencia a centrarse solo en ellos, es por la inhabilidad de empatizar propia de su edad,  entender que cuando sacan conclusiones apresuradas o radicales, lo hacen porque a fuerza de parecer descarados o malgeniados, necesitan ser realmente escuchados. No olvides que cuando se comportan inquisitivamente y buscan fallas en los adultos, están demostrando incremento en su pensamiento crítico para adaptarse a la sociedad, y cuando para ellos todo parece ser un gran problema y dramatizan, es porque su discurso conversacional está cubierto con un manto que viene con el territorio y la cultura de estos tiempos.

No claudiques, al contrario, mantente inspirado a continuar ejerciendo adecuadas pautas de crianza, con prudencia en el hablar, con confianza en el actuar y con esperanza en el mirar hacia un futuro lleno de esperanza para esta maravillosa generación adolescente.