LA TEMIBLE SOLEDAD

by | Ago 7, 2022 | Uncategorized | 0 comments

Es una paradoja que algunas personas tienen tanto miedo a quedarse solas, que expresan todo tipo de conductas para luchar y evitar la soledad. Sin embargo, cuanto más tratan de huir de ella, ésta termina llegándoles con aislamiento, pensamientos y sentimientos de abandono. Todos los seres humanos, hemos tenido momentos donde nos hemos sentido solos, donde hemos experimentado la soledad, donde nos hemos sentido abandonados o aislados, ya sea por voluntad propia o no, y si bien, las estadísticas señalan que  la soledad aparece con mayor frecuencia desde el inicio de la juventud, es sabido que la experimentan las personas cuando se sienten excluidas de interacciones sociales, abandonadas, cuando experimentan malestar emocional al sentirse incomprendida o rechazadas, y cuando carecen de compañía para las actividades que desean hacer física, intelectual, o emocionalmente, es todo un estado psicológico que afecta todas las áreas de la persona.

Los factores que propician la soledad son diversos, por ejemplo, Las pérdidas facilitan su aparición, igualmente la percepción de fracaso, las tristezas profundas y duelos, los sentimientos de dolor causados por traiciones, infidelidades o deslealtades, también, las crisis de vida existenciales, los niveles de individualismo de nuestro siglo, los cambios abruptos en dinámicas familiares como el nido vacío o los divorcios, las enfermedades, los problemas, las incapacidades y discapacidades, en fin, la soledad puede tener muchos eventos que la detonan.

Si bien, muchas personas sufren cuando se sienten solas y les falta compañía, existen otras, cuya percepción de soledad es subjetiva, es decir, son personas que estando acompañadas se sienten solas, es una situación dramática y triste que experimentan hombres y mujeres, y que por lo general, se asocia a situaciones específicas como problemas maritales o conyugales donde uno o ambos se sienten infelices e incomprendidos, también se asocia a condiciones de la  vejez y senectud donde no hay compañía, diálogo y manifestaciones de ternura, o a discapacidades físicas y mentales, donde la persona o el paciente no percibe el apoyo y la comprensión que espera. Este tipo de soledad subjetiva, también la experimentan personas con prestigio, poder y fama, donde su status les limita su libertad social, y aún les influye en la dificultad para intimar en sus relaciones.

De otro lado, la soledad puede tener consecuencias en todas las áreas, muchos terminan somatizándola a través de malestares y dolencias, que inicialmente no se detectan en los exámenes, pero que, con el tiempo, estallan en enfermedades crónicas y degenerativas, ya que la soledad debilita progresivamente el sistema inmunológico. A nivel emocional, la soledad altera la autoestima, origina depresión e ideas suicidas, alimenta las adicciones, y puede desencadenar trastornos mentales y de identidad, al igual que, generar en la persona ansiedad, pánico y temor de solo experimentarla o sentirla.

Es por esto que es muy importante saber manejar la soledad como signo y como síntoma, para esto, es muy crucial desarrollar consciencia plena, con respecto a las circunstancias y los cambios transicionales que tengas en tu vida, por ejemplo, analiza tus relaciones y dinámicas familiares, muchas veces la percepción de soledad, es producto de conflictos y peleas no resueltos, o de relaciones pobres y distantes, o del nido vacío para los mayores, o por muertes de cónyuges y familiares. En otras áreas los causantes de la soledad, pueden deberse a quiebras económicas o de negocios, a despidos laborales, o al hecho de cumplir el tiempo para la jubilación,  todas estas, situaciones que generan percepción de soledad por sentimientos de fracaso, traición, falta de apoyo, o cuestionamiento por parte de la sociedad de capacidades y habilidades, etc. Por otro lado, analiza la manera cómo estás utilizando tu tiempo, algunas personas se sienten solas porque no se ocupan de actividades placenteras que les genere satisfacción, logro, utilidad, distracción, crecimiento, superación o simplemente alegría.

Por otra parte, para las personas cuya soledad está determinada por la insatisfacción que sienten en sus relaciones interpersonales, es muy importante trabajar en el ambiente que les rodea, les ayuda el mantener una actitud de agradecimiento, perdón y reconciliación, al igual que potenciar sus actos de amor y manejar asertivamente sus redes sociales. Por esto, resulta propicio que tus tiempos de compartir con otros, sean tiempos enriquecedores y con excelente comunicación. Es necesario que seas intencional, para dominar y controlar los sentimientos de tristeza y aburrimiento, la sensación de vacío, los sentimientos de aislamiento y desamparo, de no pertenencia, de rechazo, de irritabilidad y angustia, todos ellos, deben ser adecuadamente canalizados y soltados para que no te sobrecargues, y termines en victimización, conmiseración, depresión y sin sentido de vida.  El tiempo que pases con tus amigos, con tu familia, es un tiempo valioso, aprovéchalo para aumentar la cohesión de grupo, la expresión de cariño, aprovéchalo para aumentar la tolerancia y aceptación de otros, etc.

Las investigaciones sobre la soledad, atribuyen también causalidad, a elementos fisiológicos, por lo que es importante una buena alimentación además de un ritmo de vida balanceado, necesitas primordialmente controlar tu presión arterial, los niveles de estrés negativo, limpiar tu sangre del cortisol acumulado, pensar asertivamente, hablar en positivo y fortalecer tu sistema inmunológico, esto te ayudará a mantenerte en calma, sereno, también te evitará la ansiedad y los síntomas depresivos.

Por otra parte, si tu soledad está más relacionada con timidez, baja capacidad de relacionamiento, ansiedad por hablar o por relacionarte con otros, e inclusive baja autoestima, será fundamental que desarrolles un trabajo terapéutico y espiritual, para sanar traumas de infancia y desarrollo, para superar contenidos internos no resueltos de tu pasado, y para realizar un proceso de autoconocimiento y crecimiento personal en tu esquema de pensamientos, carácter y temperamento. La soledad por falta de habilidades sociales, es superada con entrenamiento y práctica y en algunas ocasiones con cambios de ambientes.

Recuerda que puedes tener a la mano la solución, a veces bastará con pequeños cambios, sin embargo, todo lo que te propongas puede abonar para una gran resolución, no demerites el valor de hablar con tus familiares, de compartir tu tiempo con ellos, de realizar procesos de perdón, de restablecer tus relaciones con aquellos a los cuales quizás tú mismo o tu misma alejaste de ti, o de acercarte a aquellos que se alejaron de ti en un pasado. Si puedes moverte solo o con ayuda, no dejes de salir a pasear por el parque, leer, visitar una cafetería y disfrutar un buen café o bebida, asistir a clubes o reuniones, hablar con tus vecinos, integrarte a alguna comunidad, utilizar el teléfono a diario, participar de chats y salas virtuales, inscribirte en cursos presenciales, etc.

También te animo a mirar dentro de ti, a crecer como persona, para saber amarte, es muy importante la aceptación de la soledad, no como una maldición, sino por el contrario, como un estado, que te da la oportunidad de realizar procesos de introspección y análisis de tu ser. Los tiempos de soledad, favorecen momentos donde llegas a encontrarte contigo mismo, contigo misma, así que, aprovecha cada momento a solas para conocerte, para aceptarte y complacerte, con todos tus dones, talentos, facultades, y capacidades, disfruta de tu propia compañía, para que otros también puedan disfrutar de la tuya. Finalmente, te recuerdo que nunca estas solo, que nunca estás sola, desarrolla tu autoconciencia profundamente, para crecer personalmente en todas las áreas, especialmente en el área espiritual, porque de ella mana la compañía perfecta.