¡LO VOY A LOGRAR!, ¡SOY CAPAZ!, ¡YO PUEDO!…

by | Mar 25, 2021 | Uncategorized | 0 comments

Ya tomaste una sabia decisión, ahora es tiempo de llevar a cabo todo lo que sea necesario para alcanzar lo que has decidido, sin importar los tropiezos, sin importar las dificultades, sin importar los impedimentos, sin importar tus propias inseguridades y temores, lucharás incansablemente hasta conseguir lo que has decidido, porque vale la pena el esfuerzo, porque lo logrado traerá alegría, bienestar y utilidad.  Esto es perseverancia.

Se trata de ser constantes en tu estudio, en tu trabajo, en tus metas, se trata de ser firmes con los estándares de calidad que te has impuesto, se trata de desarrollar tu resiliencia sobre todo en tiempos de crisis. Afrontar las situaciones superando todos los obstáculos, y aprovechando firmemente tu potencial orientándolo a la rectitud.  Una persona resiliente se repone de los traumas, supera situaciones complicadas y enfrenta victoriosamente la adversidad, en otras palabras… demuestra perseverancia.

La perseverancia se diferencia de la terquedad, en la decisión tomada, es que, lo que decidas debe ser sabio y si aún en el camino, te das cuenta que no es sabio, valdría la pena entonces desistir, inclusive, si en el camino te das cuentas y otros también lo hacen, de que será imposible alcanzar lo decidido, también valdría la pena revaluar lo planeado.

La perseverancia va más allá de cumplir simples rutinas, -por supuesto que esto es importante para la organización del ser humano-, sin embargo, perseverar implica superar las dificultades, que provienen de la prolongación del esfuerzo en el tiempo. Por esto mismo, una persona inconstante en sus caminos no puede ser perseverante.

Diariamente la vida te demanda constancia, debes aprender a lidiar funcionalmente, con la incertidumbre del futuro para no generar ansiedad, debes aprender a manejar las dificultades de convivencia, para no malograr la unidad familiar, el equipo de trabajo o el grupo de amigos, debes aprender a manejar asertivamente el tiempo y los recursos, debes aprender a lidiar con las expectativas de los demás, con el cansancio, el agotamiento y con las mismas rutinas.

Es por esto que, para ser perseverante, una persona debe crecer psico-emocionalmente todos los días, madurar su carácter, conocer los más y los menos de su temperamento, y tener un repertorio de virtudes humanas incorporado en su actuar cotidiano.  Alguien que persevera para alcanzar lo sabiamente decidido, es emocionalmente estable, auto-controlado, responsable, enfocado, concentrado, agradecido, fuerte, diligente, constante, y también visionario.

Nunca es tarde para perseverar, nunca es tarde para educar la virtud de la perseverancia en los más pequeños, tu mayor inspiración para hacerlo, es el hecho de que la perseverancia como virtud, le da sentido a tu vida diaria, regula tus niveles de motivación, mantiene activa y elevada tu creatividad, promueve tu rendimiento y productividad, y en últimas, es la virtud que te lleva al éxito y la victoria.

Algunos tips para ser más perseverante cada día:

  1. Define con suprema claridad metas, objetivos, destinos y sueños.
  2. Visualiza lo que has decidido.
  3. Elabora un plan que incluya afrontamiento en caso de imprevistos, dificultades, tropiezos, conflictos, retrasos y problemas.
  4. Ten en cuenta que la perseverancia va de la mano de otras virtudes como la flexibilidad, la diligencia, la sobriedad y el optimismo. Procura fortalecerte en estas otras virtudes.
  5. Debes aprender a adaptarte asertivamente a situaciones imprevistas y contratiempos, y así mismo saber responder diligentemente.
  6. En el camino, debes cuidar lo que piensas y tener control mental para pensar “bien” y objetivamente. Es necesario controlar la imaginería negativa y los pensamientos del futuro incierto que aún no ha sucedido.
  7. Mantén control sobre la voluntad y direcciónala para el logro de los objetivos. Tu voluntad intencionada para continuar a pesar de los obstáculos, es un elemento clave para el logro de lo que has decidido.
  8. Tu lenguaje interno y externo es vital para comunicarte con otros y contigo mismo. Si tu lenguaje es contrario o ambiguo, valdría la pena realizar un ejercicio personal, para admitir tus temores y/o inseguridades, que están haciéndote tropezar en tu perseverancia.
  9. Facilita un ambiente donde la confianza y el optimismo, cobijen los objetivos trazados, y donde fluya la creatividad, e inspire a la diligencia y la constancia.
  10. Si deseas educar esta virtud en los más pequeños, recuerda rehusarte a ceder ante sus caprichos irracionales, evitar la sobreprotección, generarles momentos donde tengan que esperar para que ejerzan su paciencia, reconocer sus esfuerzos y habilidades. También, debes fijar expectativas y metas acordes a la edad de los pequeños, no sobredimensionar sus errores, felicitarlos por sus progresos, asegurarte de que “todo” lo que empiecen lo terminen, exigirles con firmeza, -pero amorosamente-, animarlos a continuar, y lo más importante, darles ejemplo de perseverancia, no modelarles la pereza, el desánimo y el desorden.

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