MIS GESTOS HABLAN DE MIS EMOCIONES…

by | Nov 26, 2022 | Uncategorized | 0 comments

Nuestras emociones como seres humanos provocan expresiones visibles en nuestro rostro, en nuestras manos y en general en todo nuestro cuerpo; nuestros músculos reaccionan ante nuestras emociones, finalmente, terminamos siendo libros abiertos y leídos, no solo por nuestras palabras y conductas activas y pasivas, sino también por nuestras expresiones y gestos. Sin embargo, no siempre podemos dominar completamente la expresión de nuestras emociones, y es en estos factores expresivos donde reside precisamente, el poder de nuestra comunicación.

A través de nuestro rostro reflejamos el paso de nuestra vida, reflejamos nuestra historia, de hecho, nuestra cara expresiva se forma, no solo, por la repetición de movimientos musculares que acentúan rasgos que se van dibujando como huellas, sino también, se forma por las expresiones y los gestos que revelan nuestros constantes estados emocionales, y que denotan principalmente, alegría, tristeza, ira, asco, miedo, y sorpresa, es que, según los investigadores, los gestos son movimientos significantes que exteriorizan lo que sucede en el interior de todas las personas.

Cuando sentimos alegría y entusiasmo por ejemplo, nuestro estado de ánimo revela optimismo, éxito y excitación, se afirma nuestra autoestima, y experimentamos confianza y bienestar, nos volvemos más empáticos, más creativos, y proyectamos una actitud muy asertiva, los demás lo notan, porque nuestras comisuras de labios se estiran hacia arriba y atrás, mostramos nuestra dentadura, nuestras mejillas también ascienden, nuestros ojos se arrugan en su párpado inferior y en el ángulo externo del ojo se nos forman las arrugas comúnmente llamadas patas de gallo, si, definitivamente sonreímos de manera auténtica, aunque también pueden existir otro tipo de sonrisas, las que enmascaran otros sentimientos o inclusive las sonrisas falsas. Precisamente, podemos reconocer cuando una persona sonríe tratando de tapar otros sentimientos diferentes a la alegría, porque el movimiento de sus parpados es muy bajo o simplemente no se da.

Por otra parte, cuando sentimos tristeza, muchas veces lloramos porque esto libera y canaliza tensiones y angustias internas, si estamos decepcionados, angustiados, llegaremos incluso a somatizar fisiológicamente con dolores, apatía, desidia y lentitud de movimientos. Las lágrimas constantes revelarán tristeza normal, las lágrimas abundantes afectarán la respiración y expresarán una tristeza ocasionada por estímulos externos. Luego de llorar profundamente se puede sentir una temporal relajación muscular y mental. Los demás notan que estamos tristes porque los ángulos interiores de los músculos de los ojos ascienden y la piel de las cejas forma un triángulo, también, la comisura de los labios se inclina hacia abajo y se pueden producir mini temblores labiales, nuestra cabeza se inclina hacia abajo al igual que nuestra mirada.

En cuanto a la ira, los demás notarán que la tenemos cuando nuestras cejas se bajan, se contraen y crean líneas verticales en el entrecejo. Cuando estamos frustrados, nuestros parpados se tensan, nuestra mirada cambia, miramos profundamente y expresamos dureza. Una persona puede intentar ocultar la ira, pero su ritmo cardiaco la hará delatarse debido a la cantidad de rasgos faciales involucrados, porque hasta los labios los apretará dejando comisuras rectas o bajas. De hecho, cuando vemos a los demás con estos rasgos, percibimos en el ambiente impaciencia, tensión y nerviosismo. A nivel psicológico una persona airada, no solo lo demuestra facialmente, también mueve los brazos de forma agresiva, su tono de voz altera a sus interlocutores, y sus comentarios denotan distorsiones cognitivas, porque tiende a magnificar lo negativo y minimizar lo positivo.

De otro lado, el asco es parecido a la ira, pero a la vez diferente, se parece en la expresión facial de algunos rasgos, pero evidentemente quiere decir otra cosa, significa desagrado, repulsión, e incita a alejarse de lugares, cosas o personas. Para una mayoría, el asco nos produce reacciones fisiológicas especialmente de tipo sensorial y gastrointestinal y el rasgo característico de una persona asquienta, se puede ver cuando eleva su barbilla de manera significativa.

Con respecto al miedo, sabemos que altera hasta el ritmo cardiaco,  paraliza y se puede presentar por algo real o algo imaginario, pero además puede provocar serios trastornos mentales, sociales y emocionales; se reconoce en las personas porque su mensaje verbal lo afirmará, sin embargo también se nota cuando levantan y contraen las cejas simultáneamente, cuando arrugan el centro de la frente, algunos abren los ojos y otros los cierran, generalmente abren la boca y todo su cuerpo se tensiona bruscamente, es de las emociones más rápidas de identificar.

Por su parte, cuando se nos da una situación novedosa o extraña, experimentamos la sorpresa, será una emoción positiva o negativa dependiendo del evento, los rasgos faciales son parecidos a los del miedo, y generalmente es muy temporal, así que se nos notará en la boca al abrirla, en las cejas al subirlas y en el movimiento de nuestras manos principalmente. En fin, el reconocimiento de la expresión de nuestro rostro es un tema apasionante y por demás desafiante, series televisivas y películas, han basado su trama en resolver sus historias a través del análisis de las expresiones faciales. En nuestra cotidianidad, hemos vivido experiencias positivas y negativas cuando hemos expresado emociones algunas veces de forma desbordada, pero otras, de forma tan solapada, que precisamente han dado ha lugar a interpretaciones conflictivas en quienes nos están viendo.

¿Qué puedes estar comunicando con tus gestos?

Bueno, inicialmente, cuando te encuentras con una persona tu saludo y tu sonrisa dicen mucho, de hecho, la sonrisa evita el rechazo y genera empatía, ten en cuenta que los primeros segundos y minutos, los demás siempre leerán tus emociones a través de tu mirada, de tu rostro y de tu expresión corporal, si miras de forma rígida y fijamente, puedes parecer hostil, pero si dejas de mirar puedes expresar culpa, sumisión o hasta vergüenza. Si tu pupila se dilata expresas interés y atención. Si tu interlocutor o con quien estás, te conoce, leerá tus micro expresiones, es decir, analizará tus pequeños gestos y movimientos involuntarios de tu rostro, por ejemplo, si estás sintiendo melancolía, aunque te rías de la misma forma, los demás notarán tu pena y desconsuelo porque tus ojos te delatarán y tu mirada lo expresará.

Cuando tus ojos estén muy abiertos reflejarás alegría, pero si están cerrados, reflejarás temor o terror, cuando estás hablando y miras hacia arriba proyectas suplicas o hasta plegarias, pero si volteas la mirada denotas desprecio hacia quien te está hablando, y si miras hacia abajo puedes parecer humilde pero también, se puede interpretar como que estás avergonzado según sea tu contexto. Nunca olvides que una mirada inadecuada, puede hacerte ver ansioso, deshonesto, aburrido, o desconcertado, asegúrate de tener adecuados contactos visuales, siempre atiende a quien te está mirando o hablando, míralo fijamente, y hazle entender con tu rostro y tu cabeza que le estás prestando atención a su mensaje.

Recuerda que elevar las alas de tu nariz refleja enojo, desagrado, asco, pero si las alas de tu nariz descienden y se dilatan, proyectarás orgullo e ira, y si arrugas tu nariz expresarás asco. Con respecto a tu boca, si elevas tus comisuras labiales denotarás alegría, y si las bajas, expresaras tristeza, y si tu labio inferior desciende estará demostrando disgusto y desagrado, con labios apretados desapruebas a los demás. Por otra parte, tu tono de voz revelará sentimientos y disposiciones, las palabras que utilices mostrarán tus emociones destacadas. El movimiento de tus manos reflejará tu comodidad o tu rigidez, si las mueves demasiado mostrarás ansiedad y necesidad de ser entendido o aprobado, pero si las mueves hacia la otra persona, la harás sentir intimidada y se sentirá agredida, y también, si contraes tus músculos del cuello, mostrarás espanto y terror.

Con respecto a tu postura, si es desgonzada, con hombros caídos, espalda encorvada, puedes estar proyectando pereza, cansancio, y desatención a tus interlocutores, igualmente debes prestar atención a la distancia que guardas con quienes te rodean, todos los seres humanos necesitamos un espacio apropiado, obviamente esto depende del grado de intimidad, del motivo del encuentro con la otra persona, del tipo de temperamento y personalidad que se tiene y aún depende de las creencias de tipo cultural y moral.

Bueno, con toda esta información, te dejo dos ejercicios, en primera instancia, mira tu rostro frente al espejo, mírate fijamente, imagina intensamente emociones, proyéctalas en tu rostro, observa cuidadosamente tus micro expresiones, reconoce de manera minuciosa tus expresiones faciales, probablemente te puede pasar que te des cuenta, que no existe una zona de tu rostro en concreto que revele mejor las emociones que otra, y esto pasa, porque muchas veces, todos los rasgos se unifican para mostrar la emoción completa.

Ya en una segunda instancia, recuerda que siempre estás expresando, así que atiende a las retroalimentaciones de los que están a tu alrededor, se humilde para recibir comentarios, pero principalmente, préstale atención a aquellos comentarios que, aparentemente crearon conflicto entre lo que dijiste con respecto a lo que mostraste, porque son esas emociones precisamente, las que intentaste camuflar con tus palabras, pero tus gestos, tu silencio, o aún tu inmovilidad, te delataron, porque todo ello revelo tu verdadero sentir interior. Y si ese es el caso, recuerda la importancia de trabajar en tu inteligencia emocional, y muy específicamente en tu consciencia emocional, autocontrol y empatía.

Finalmente, no olvides que los gestos no verbales, la expresión corporal, la postura, los movimientos, tu apariencia, y aún la distancia social, son parte de la comunicación no verbal, entre mayor consciencia tengas de la manera como la ejecutas, mayor es la probabilidad de que transmitas tus pensamientos y tus sentimientos coherente y consecuentemente, para saber amarte, debes aumentar progresivamente tu inteligencia emocional y tu comunicación asertiva.