Muchos padres se acercan para preguntarme la manera correcta de educar el área psicosexual de sus hijos, me plantean su interés en fomentar una educación adecuada de su identidad sexual, de su género, de su desarrollo integral, están conscientes de la importancia de ésta área, intuyen que de ella dependen otras, y afecta la autoestima, el carácter, la voluntad, el libre albedrío y prácticamente todos los roles desempeñados vitalmente.
Aunque los padres somos los primeros defensores de la integridad de nuestros hijos, no siempre el ejercicio paterno y materno demuestra esa defensa, lamentablemente muchos casos de abuso, violación y maltrato infantil se dan al interior de los hogares, al interior de las familias, muchos conocemos sucesos donde en una reunión familiar, los adultos interactúan entre ellos, olvidando a los niños que generalmente se reúnen en un cuarto con puerta cerrada y en donde uno de ellos está iniciando a los más pequeños en la pornografía, el voyerismo, los tocamientos, los besos y otras cosas más, particularmente he conocido casos de hijas violadas por sus hermanos, padres o padrastros, niños sometidos a abusos sexuales por hermanos mayores o inclusive en rutas de colegios. De manera similar, en consulta de adultos, me han relatado que fueron abusados en la casa de un vecino, de un compañero de estudio y en casos extremos, violados por la persona que supuestamente los estaba cuidando u otro adulto que se encontraba en el mismo lugar.
Es sabido, que este tipo de experiencias tempranas y por demás inadecuadas, generan una distorsión del desarrollo sexual de los niños, que origina un fragmentamiento del alma y el corazón, y altera para siempre la vida de quienes las padecieron, muchos padres nunca se enteraron de que su hijo mayor violó a su hija menor, de que su hermano –el tío querido- violó a la niña adolescente, de que el vecino acosó tanto a la niña o niño que finalmente termino violad@ a los 8 años, de que el abuelo sentaba en las piernas a la nieta para meter sus manos debajo de su falta de uniforme y tocarla hasta masturbarla. Son situaciones aberrantes y perturbadoras para detallarlas en este blog, y muchas de estas historias, revelan negligencia materna y paterna, abandono emocional y maltrato, en casos extremos y detestables, algunos padres se han convertido en cómplices del abusador al no denunciar cuando se enteran.
Cuando un niño o niña es abusado o violado, se altera fuertemente su identidad sexual y género, diversas investigaciones señalan este tipo de experiencias traumáticas como una de las posibles causas del homosexualismo y lesbianismo y otras condiciones en los adultos, ya que el abuso infantil hiere la confianza, el apego y los vínculos de los niños con sus padres y cuidadores, les confunde en los roles y géneros, les altera su manera de relacionarse con adultos, con pares, con su ambiente y con su mundo en general.
Cuando los niños son víctimas de experiencias psicosexuales prematuras, inadecuadas e impropias, se altera completamente su significado del amor, ya que los actos abusivos psicosexuales comprometen el desarrollo moral y ético de los niños y sus principios y valores, se sabe por ejemplo, que la promiscuidad sexual, la infidelidad, el adulterio, la deslealtad, las mentiras, y las traiciones, tienen un componente moral donde la persona que los practica ha sido una víctima de abuso en algún grado y en algún punto de su desarrollo y crecimiento, y al crecer, expresa estas conductas como parte de un mecanismo de defensa, de una proyección psíquica o de una desesperanza aprendida en torno a lo moralmente aceptable.
Los abusos y violaciones sexuales son dramáticamente destructivas para el ser humano, ningún caso queda sin consecuencias, siempre genera secuelas, es el caso de innumerables casos de trastornos de alimentación, conductas de autoflagelación, conflictos de género, rebeldía hacia padres, rebeldía hacia las autoridades, rebeldía civil, trastornos de depresión, ansiedad, pánico, alteraciones hormonales, afecciones musculares, y mucha sintomatología orgánica, demás, despropósito de vida, ideación suicida, conflictos conyugales, negación y renuencia a tener hijos, conductas antisociales, farmacodependencia, alcoholismo, etc.
Aunque los abusos sexuales no pasan inadvertidos, quien los padeció, puede camuflarlos temporalmente con silencio, introspección, timidez, alejamiento, enojo, y al pasar los años, puede llegar a mostrar conductas de autoflagelación, muy bajo e inestable desempeño académico, desajuste social, baja autoestima, y conflictos familiares. Es bastante confrontador para algunos padres conocer que, bajo muchas conductas disruptivas expresadas por sus hijos adolescentes, hay una historia nefasta de abuso.
Así que mi mensaje es y será la promoción y prevención como la mejor herramienta para salvaguardar la integridad de los niños, es necesario que los padres cuiden verdaderamente a sus hijos, hoy por hoy, se necesita que los adultos tengan una escala de valores éticos y moral muy definida, unos principios de vida espirituales y mucha sabiduría para defender frente a los niños, lo que consideran importante y crucial para que ellos crezcan sanos y saludables. Una vez más, el llamado es a supervisar, controlar, revisar y conocer contenidos de redes sociales a los que los niños están expuestos día a día, seleccionar rigurosamente el colegio y la universidad donde los chicos estudiaran, conocer a los amigos, compañeros y partners de los niños, conversar esporádicamente con los chicos sobre lo que está aconteciendo en su vida y la percepción que tiene de su mundo, tener siempre un canal de comunicación abierto con los niños y especialmente con los adolescentes, controlar el uso de dispositivos evitando lo que muchos permiten como es “a puerta cerrada”, y el uso sin tiempo límite para ellos.
Adicionalmente, son los padres y las madres quienes deben mostrar sobriedad, equilibrio y carácter para no sucumbir ante las tentaciones que la sociedad impone con la cultura, la moda, el hedonismo, la vida light, el narcisismo, el culto y adoración al “ego”. Son los padres quienes deben defender a toda costa valores como el respeto, el pudor, el orden, la sinceridad, la honestidad, la lealtad, la fidelidad, y la responsabilidad. Son los padres quienes tienen que tener una eficiente organización de su tiempo para compartir tiempo con sus hijos y saber que cuando no lo comparten sus hijos están con personas que realmente los protegen y no lo contrario. Son los padres quienes catalizan los cambios culturales de acuerdo a su escala de principios y valores generando momentos reflexivos con los hijos adolescentes y espacios lúdicos con sus hijos menores. En fin, son los padres los que pueden garantizar que los hijos crezcan seguros, con criterios claros, con una autoestima saludable y con un desarrollo de carácter funcional.
Ahora bien, yo te recuerdo que cuando los hijos están siendo abusados sexualmente, la mayoría lo expresa, por ejemplo, comunican información coherente, se vuelven retraídos, pueden presentar terrores nocturnos, pesadillas, sufren regresiones de su etapa, así como enuresis o encopresis, muestran terror a personas o lugares, expresan terrores irracionales ante exámenes físicos, no responden lógicamente ante preguntas por heridas genitales, expresan morbosidad en sus comentarios, bailes y relacionamiento, su conducta cambia, y algunos buscan hacer lo mismo a otros. En cuanto a otros tipos de abuso, los niños lo expresan todo el tiempo, por ejemplo, dicen sentirse incomprendidos, que no los quieren, que se sienten mal, presentan moretones o similares, se aíslan, se altera su sueño, lloran nostálgicamente, expresan aburrimiento, expresan tristeza, no disfruta jugar, etc.
Recuerda que los padres con carácter educan todas las áreas en sus hijos, por ejemplo, enseñan a sus hijos a pedir ayuda, a decir No, también, conocen bien a los amigos y cuidadores de sus hijos, les enseñan el tipo correcto de contactos que deben permitir, les enseñan el tipo correcto de secretos, hablan con prudencia ante ellos de temas sexuales y con las palabras adecuadas, les enseñan a los hijos a tomar decisiones ante la presión de grupos, les fomentan las buenas relaciones interpersonales, les educan una buena autoestima, etc., te invito a dejar tus prejuicios a un lado, identifica los errores en el área sexual que cometieron contigo para no repetirlos en tus hijos, alíate con el padre o madre de tu hijos para manejar una sola estrategia y un solo lenguaje, no des más información a tus hijos de la que necesitan, pero da la necesaria, maneja una buena afectividad con ellos, recuérdales el valor de cuidar en todas las formas posibles su cuerpo, y por sobre todo, se el mejor ejemplo en el área psicosexual, emocional y relacional que puedas ser ante ellos, ese es tu verdadero legado.