Es un tema recurrente en la orientación, cuando las personas actúan de forma indolente con ellas mismas, cuando se tratan con extrema dureza ante los fracasos, cuando se maltratan debido a su perfeccionismo fallido, cuando se rechazan, se aíslan y se alejan, cuando se dicen a sí mismos palabras de culpabilidad, condenación, y juicio punitivo, además de expresar quejas sobre su “mala suerte”, evidenciando una clara falta de autocompasión, son casos donde estas personas requieren, comprender mayormente la piedad consigo mismos, ser mas caritativos, más misericordiosos, solidarios, y en general, demostrar mayor humanidad consigo mismos, para poder equilibrar las instancias de su autoestima, para afirmar su propósito de vida y en últimas, para crecer y avanzar realmente.
Debes saber que las personas que se demuestran compasión, desarrollan más factores protectores contra la depresión y otros problemas emocionales, ya que de hecho genera mayor estabilidad emocional, además pueden abordar productivamente pensamientos porque lo hacen de forma reflexiva, y disponen de mayores herramientas para lidiar con el sufrimiento, generando mayor bienestar físico y mental. Por el contrario, las personas con baja o nula autocompasión tienden a sufrir mayor tiempo, expresan una visión de la vida pesimista y fatalista, suelen expresar un lenguaje crudo e incrementan su percepción de crisis vital.
Ahora bien, ser autocompasivos es en últimos cuidarnos a nosotros mismos demostrarnos bondad, para hacer esto, necesitas desarrollar sensibilidad, empatía, estabilizar los niveles de tolerancia a la frustración, practicar comunicación asertiva, y esforzarte por servir a otros, cuando expresas a otros estas características, las puedes transferir a ti mismo. De manera similar resulta importante evitar los juicios y las críticas hacia otros, además de superar las acusaciones y rótulos que otros nos hayan hecho a lo largo de la vida y de esta manera, no juzgarnos irracionalmente, este es tanto un proceso muy cognitivo donde se requiere ser muy analíticos con nuestros pensamientos y fortalezas mentales, como un proceso emocional donde se necesita expresar empatía con nuestros propios sentimientos, es decir sentir y conectarnos.
Entonces, si eres una persona que realmente quieres vivir la compasión, puedes iniciar reconociendo tanto en otros como en ti mismo -el sufrimiento-, comprender que, si hay algo en común a todos los seres humanos, son esos momentos inevitables donde sufrimos por múltiples causas, y esto genera sentimientos reprimidos y no reconocidos, así que hay que tomar consciencia de esto, algunos denominan éste proceso como atención plena, entonces, luego de identificar y reconocer los pensamientos y sentimientos, comienza a expresar empatía, es decir, conéctate con el sufrimiento de otros, entiéndelo, compréndelo y demuestra apoyo a la persona, obviamente, esto implica tolerar escenas, situaciones y momentos incómodos y dolorosos, por ejemplo los momentos de luto y duelo, o los momentos de pérdidas, o los momentos de separaciones, etc. muchos momentos de sufrimiento generan en las personas, angustia, llanto, miedo, e inclusive ira, y la tolerancia incluye aceptar este tipo de sentimientos y emociones, para luego intentar aliviar el sufrimiento.
Cuando las personas han practicado la compasión con otros, la pueden demostrar a sí mismos, y ¿Cómo lo hacen?, su estado mental se vuelve compasivo, entonces perciben sus errores personales, sus insuficiencias o sus experiencias negativas no con victimización o auto-indulgencia, sino con un enfoque equilibrado, con una actitud bondadosa, gentil y comprensiva hacia sí mismos, literalmente, se consuelan y analizan las situaciones, generando procesos de arrepentimiento si es necesario, procesos de perdón, cierre de ciclos, y replanteamiento de posturas en diferentes áreas, para evolucionar al respecto. Esto es favorable, ya que, aunque todos tenemos que filtrar nuestras conductas y comportamientos de acuerdo a nuestra moralidad y principios éticos, esto no justifica un enfoque autocrítico destructivo que sostenga una desmedida culpa, remordimiento, condenación, vergüenza tóxica y rotulaciones negativas, ya que todos los seres humanos, merecemos una segunda oportunidad, específicamente por parte de nosotros mismos.
Así que, si actualmente estás castigándote con culpa, con condenación y auto-rechazo, quizás porque has pasado por situaciones negativas, eventos traumáticos, momentos donde no te sentiste suficiente, o porque viviste experiencias dolorosas originadas directa o indirectamente por ti mismo, debes saber, que castigándote, culpándote, condenándote, no te compensará positivamente, al contrario, te dañará al punto de alterar tus relaciones interpersonales, trastornar todas tus esferas vitales y, sobre todo, descomponer tu amor propio, en realidad, muchas situaciones penosas, no siempre dependieron de ti, sino de terceros, y como tal, tus mecanismos de afrontamiento adaptativo, deben incluir el auto-perdón y el auto-consuelo, para poder superar dichos trances, y avanzar en tu vida, y esto, en lugar de ser una debilidad, te fortalece para madurar tu carácter y aumentar tu resiliencia.
Para saber amarte, necesitas ser amable contigo mismo(a), especialmente, en los eventos negativos, traumáticos o estresantes, cuando quieres solo escapar y evitar aun sabiendo que esa no es la solución, te aclaro que la auto-compasión, no tiene que ver con narcisismo o egoísmo, al contrario, tiene que ver con amor propio e inteligencia emocional, hoy te recuerdo que tienes la capacidad de pensar asertivamente, tienes la capacidad de resolver todo tipo de problemas, de apoyar a otros y servir, en la medida en que vivas la empatía, podrás demostrarte mayor autocompasión, viviéndola como una de las mayores estrategias de regulación emocional que puedas tener, para evitar cuadros depresivos, por ejemplo, y otros cuántos más estados emocionales negativos.
Siempre recuerda que, al expresar compasión, aceptas, experimentas y reconoces lo vivido, pero como debe ser, es decir, con bondad y amabilidad, esto te ayudará a soltar oportunamente cualquier sufrimiento, te sentirás mejor y podrás planear estratégicamente tu futuro, también, disfrutarás tus relaciones sociales, re-direccionarás tu proyecto de vida, y en general, podrás disfrutar de una salud mental equilibrada, porque a decir verdad, no somos perfectos, todos cometemos errores, y enfrentamos dificultades y fracasos en nuestra vida, y esto, es parte de nuestra hermosa humanidad. Te invito a tener mayor auto-compasión contigo mismo, contigo misma, ella te ayudará a delimitar correctamente la distancia entre tus emociones y la solución objetiva a tus circunstancias.