Para algunos adolescentes esta etapa de su vida ha resultado un tanto problemática, y no necesariamente por los cambios físicos, que mal que bien los manejan con planes, gimnasio, dietas y ejercicios, o los camuflan con ropa, maquillaje, peinados, tatuajes y obviamente con mascarillas. Sin embargo, vivir la adolescencia en una casa con parámetros no definidos, con una familia distante y/o dividida, o con unos padres sobreprotectores, permisivos, autoritativos, punitivos y conflictivos, es una situación de difícil manejo para el adolescente, pues además de tener que lidiar con sobrellevar su vida social en estos tiempos no-sociables, y aguantar la montaña rusa de su autoimagen, auto concepto, autoeficacia y autoestima, algunos tienen que “cargar” con las consecuencias de la incoherencia, amargura, frustración, y falta de sabiduría de sus progenitores.
Estas son las frases “literales” que los adolescentes me comentan en mi consulta de psicología:
- No aguanto que me cantaletee
- No soporto sus sarcasmos
- Me enoja que me comparen con otros
- Porque siempre me está diciendo que “si sigo así… entonces todo será terrible.”
- Me hace sentir inútil cada vez que me dice que a mi edad, él ya era…, o que a mi edad ella ya hacía.
- Me molesta que sus disculpas siempre sean regalos y no reconozca.
- Es insufrible saber que no confía en mí
- Me trata como un niño pequeño
- Ella cree que yo soy una ingenua y tonta
- Me da risa cuando me pide que sea algo que ella no es
- Se cuáles son las andanzas de él y conmigo se las quiere hacer ver como un caballero
- Mi mamá vive más pendiente del “qué dirán” ella no es auténtica
- Mi papá solo es apariencia, con sus amigos un bacán, con nosotros un ogro
- Les importa más la plata ($) que mis sentimientos
- Siempre me echan en cara todo el dinero de mi educación
- Mis papás no les gusta hablar conmigo, solo sermonearme
- Se molestan con los programas y pelis que veo, y ellos veían cosas peores en los 80s y 90s
- Quieren que sea un clon de ellos, no me dejan ser yo.
- Desconfían de todos mis amigos
- Me dicen que cuidado con las drogas y mi mamá fuma a escondidas y mi papá se prende cada viernes.
Si eres un padre o madre cuyo hijo o hija se queja con estas frases o similares, debes saber que la adolescencia es una etapa de recoger todo lo sembrado en la primera y segunda infancia, tu hijo aprendido los valores que le mostraste con tu actuar y conducta. Para tu hijo ya no eres un súper héroe, ha tenido tiempo para observar y “sufrir” por tus defectos, tus debilidades, tus incoherencias, tus fallas y hasta tus vacíos. Esto quiere decir que un acercamiento con él ya no se rige únicamente por la autoridad prestigio, sino que puede resultar más productivo, la conversación empática junto con la conciliación y acuerdos.
Si eres un hijo o una hija, cuyos padres han incurrido en semejante “injusticia tiránica”, debes recordar que el lenguaje de amor de ellos seguramente es muy diferente a tu lenguaje de amor, pero tienes la ventaja de saber lo que les gusta y lo que no, lo que aprueban y lo que no, y por ello, tu acercamiento a ellos, utilizando ciertos atributos, logrará generar consciencia en ellos, ordenará las relaciones, demarcará los límites necesarios, y establecerá las nuevas normas de convivencia y relaciones filiales.
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