¿TE HAZ SENTIDO RECHAZADO?… Las personas que han sido rechazadas especialmente en su etapa embrionaria, desde su nacimiento y en sus primeros años de vida, o inclusive, aquellos que han heredado estos patrones generacionales, experimentan una serie de pensamientos, emociones y sentimientos negativos, particulares y variados, eso si, con un denominador común: necesitan imperiosamente que los aprueben, que los comprendan, que los acepten y que los valoren. Son personas que expresan constantemente indecisión en lugar de decisión, reactividad o pasividad en lugar de proactividad, auto condenación y culpa en lugar de misericordia y compasión. Algunas de estas personas también son propensas a caer en situaciones de infidelidad, inmoralidad o desviaciones aberrantes como perversiones, fantasías, lujurias o conductas morbosas. El rechazo causa tal grado de daño a la psique y el corazón de una persona, que la puede inclusive llegar a enfermar, trastornar o en casos extremos enloquecer, y desvariar tanto, como el caso de las personas con conductas criminales y/o delictivas.
Sentirse rechazado genera miedos generalizados, miedos intensos, paranoia, fobias, terrores, pánicos, y origina constantes montañas rusas emocionales y conductuales, que afectan las relaciones interpersonales, la valía personal y el desempeño regular. En general, se puede reconocer a una persona que se siente o se ha sentido rechazada, por la manera de hablar de sí misma y de otros, por su manera de reaccionar frente a situaciones de crisis, por su forma de comportarse en momentos de oposición y por su particular manera de demandar afecto, atención, consideración, comprensión, justicia, respeto y perdón, ya que casi siempre lo solicitan reiteradamente en medio de un conflicto, pelea, discusión, confrontación o reclamo.
La carga emocional, sentimental y cognitiva del rechazo es tan densa y pesada, que la psique del ser humano desarrolla mecanismos de defensa para tratar de afrontar y sobrellevar este rasgo y estado, esto con el fin de funcionar y adaptarse al ambiente, así una persona puede mostrarse orgullosa en ciertas situaciones, mantener una actitud defensiva, hablar con un lenguaje fuerte y con palabras duras y hasta ofensivas. Las personas que se sienten rechazadas son más propensas a boicotear y romper negociaciones, pactos y alianzas, esperan que los demás les sirvan, fijan altos estándares y expectativas hacia los demás y hacia lo que lo que los demás deben brindarles a ellos, son muy difíciles de complacer, en discusiones se muestran obstinados y tercos, necesitan tener control y se resisten a la sumisión, hablan con exageraciones e inclusive mentiras, no les gusta perder y son altamente perfeccionistas manifestando alteraciones negativas en su valía personal.
Por otro lado, una persona que ha sido rechazada, también termina rechazándose tanto a sí misma como a otros, esto afecta su vida de pareja, su vida familiar, social, y obviamente sus amistades, originando bastante culpa y conmiseración, oprobio y remordimiento. Poco a poco, la amargura, el aislamiento, la soledad y el enojo, se amalgaman con su conducta, originando situaciones que fortalecerán aún más el ciclo de rechazo y auto rechazo.
En este punto, muchas personas que han guardado el dolor del rechazo, que han rechazado a otros y que se auto rechazan espontáneamente, terminan no solo amargadas y tristes, o con despropósito y sin pasión, o con fracasos y vergüenza, o con conductas adictivas y obsesivas, sino también terminan enfermos porque el vivir sin resolver el rechazo, puede producir enfermedades físicas, orgánicas, fisiológicas, metabólicas, hormonales en cualquier parte del cuerpo, y enfermedades psicológicas y mentales, todo ello, como una manifestación de la dolorosa carga psicosomática en el corazón, que les atormenta la mente y la psique y que debe ser liberada de cualquier manera .
¿Te identificas con lo que acabo de decir?, o ¿conoces a alguien que encaja en lo que hemos descrito? Prácticamente el 99% de humanidad, hemos sido rechazados. La buena noticia es que, existe una clave para superar o derrotar el rechazo, y es precisamente enfrentarlo y manejarlo asertivamente, como ya muchos lo hemos hecho. Todos podemos realizar un proceso de sanidad psicológica, mental, espiritual y corporal, Debes identificar en tu línea de tiempo cual es exactamente la raíz o el origen de tu rechazo, recuerda que no siempre hay solo una raíz sino varias, y luego de ello, resolver el ¿por qué? y el ¿cómo? En este proceso son imprescindibles el perdón, tu identidad como ser humano, como persona y en tus distintos roles, trabajar con tu valía personal y con tu propósito de vida. Deberás conquistar tu carácter, conocer a fondo tu temperamento, erigir tu fuerza de voluntad, perseverar y ser muy intencional en tus conductas diarias, enfocándote en las dimensiones inter e intrapersonal de tu inteligencia emocional.
Un paradigma que te resultará clave será el aceptar tu pasado, no para validarlo como algo bueno cuando no lo fue, sino para resolver todos los episodios de rechazo, abuso y dolor, permitiéndote resolverlos, similar a como se resolvería un duelo, pues esta es una analogía que se equipara una especie de duelo no resuelto, retardado, inhibido o distorsionado. También deberás realizar todo un proceso de reestructuración cognitiva, para eliminar distorsiones, ideas irracionales y creencias disfuncionales, que hoy te impiden amarte, aceptarte y valorarte, y por ende te imposibilitan amar, aceptar y valorar a otros.
Recuerda que eres un ser humano excepcional, tu diseño no es el rechazo sino el amor, ser aceptado y valorado hace parte de tus necesidades básicas como persona, y tienes el derecho de vivir sin temor y sin soberbia. Las personas que se sienten o se han sentido rechazadas originan todo un circulo de rechazo donde piensan que no pueden confiar en nadie, por lo tanto, se sienten solas, les atemoriza el compromiso y las relaciones cercanas, por lo que optan por la soledad y el orgullo, sin embargo, con el tiempo a esa soledad y ese orgullo, se le suman la rebeldía y la amargura. Estas son variables muy peligrosas para la salud mental, pueden llegar a generar trastorno bipolar, depresión, esquizofrenia, o cualquier trastorno del estado de ánimo.
Así que te animo en este día a que reflexiones, medites y pienses en tus procesos de desarrollo personal para superar todas las heridas que el rechazo y auto rechazo te han causado en tu mente, tu corazón, tu alma y tu cuerpo. Tu eres un ser muy valioso, tienes grandes capacidades, aptitudes, fortalezas, valores, te aliento a creer y pensar que eres amado, aceptado y valorado de forma real y extrema, y como alguien dijo “no serás lo más importante para el mundo”, pero para algunos o muchos a tu alrededor, tu si eres verdaderamente una persona valiosa, estimada, admirada, respetada, y digna de imitar en uno, en varios, en muchos o en todos los contextos.
Te invito por tanto a vencer el rechazo, verás que al hacerlo tu vida mejorará notablemente y experimentarás cambios inmediatamente.