Si bien para algunos profesionales de la salud, una de las estrategias de mayor sanidad física es el ayuno, éste no sólo tiene beneficios a nivel corporal, sino también a nivel mental y emocional. Ayunar activa genes que estimulan el crecimiento, la reparación celular y el antienvejecimiento, algunas personas lo combinan con movimiento y ejercicio manteniendo el cuerpo en “modo quema grasa”. Sin embargo, más allá de estos beneficios, debes saber que cuando una persona ayuna, se estimulan también los centros neurológicos de la motivación, se aumentan las funciones cognitivas del sistema nervioso, se potencian las funciones cerebrales y combinado con procesos de meditación, relajación u oración, genera liberación de oxitocina, dopamina y serotonina, sustancias que disminuyen el estrés y la fatiga.
Múltiples estudios revelan como los ayunos de alimentos, incluido el ayuno intermitente, disminuyen riesgos de enfermedades cardiovasculares, enfermedades metabólicas, enfermedades autoinmunes, enfermedades neuronales degenerativas, y, además, reequilibran la producción de insulina en el cuerpo y limpian la sangre. A nivel emocional el tiempo de ayuno permite un análisis sobre los sentimientos, las emociones y los pensamientos, lo que favorece procesos de auto perdón, procesos de perdón a los demás, procesos de reconocimiento y aceptación emocional y relacional inter e intrapersonal.
Cuando una persona durante el ayuno elabora procesos de sanidad emocional, identificando sentimientos, reconociendo emociones, y realizando procesos para liberación, estructura una plataforma de amor, perdón y reconciliación, que le traerán PAZ y felicidad. Así que la próxima vez que escuche hablar de “ayunar” no lo tome a la ligera, ayunar puede ser la llave para encontrar en su cuerpo sanidad, en su mente claridad, y en su corazón paz y serenidad.
Todos los ayunos deben tener un tiempo prudencial, algunos los hacen absolutos (sin ningún alimento ni agua), otros los hacen normales (sin alimentos pero con agua), otros los hacen parciales (con restricciones de alimentos específicos), otros los hacen medios (algunas horas al día únicamente –especialmente en al inicio del día), inclusive está muy de moda el ayuno intermitente, que consiste en realizar un ayuno absoluto o normal durante uno o dos días a la semana, en fin, modelos para todos los gustos o necesidades.
Para su optimizar salud mental y emocional, considere lo siguiente:
- Dedique una parte de su ayuno a meditar, o si es religioso –orar-.
- Realice procesos de introspección, piense en su estado emocional, tome consciencia e identifique emociones o sentimientos, que le puedan estar afectando negativamente su salud y su vida.
- Decida dentro del mismo tiempo de ayuno, realizar procesos de perdón hacia sí mismo y hacia los demás
- Limpie su vida de los sentimientos y emociones negativas.
- Aproveche el ayuno para realizar un balance de su vida, establecer nuevas metas o re-direccionar ciertas áreas.
- Realice ejercicios de respiración profunda para ayudar a la desintoxicación su cuerpo y tranquilizar su mente.
- Evite la exposición a ondas electromagnéticas por uso de celular y tv. estas alteran la química del cerebro.
Ayunar es una práctica saludable que se puede convertir en hábito, pero que requiere preparación y en algunos casos supervisión. Sobra decir que debe realizarse con suma prudencia y en casos de enfermedades o condiciones de salud preexistentes, debe ser asesorado por su profesional de medicina.