Las investigaciones han revelado que estados emocionales como la ansiedad y la depresión pueden ser provocados por la alimentación que estás consumiendo, igualmente conductas como la hiperactividad y déficit de atención en los niños tienen correlación con su alimentación, es más, algunos casos de insomnio, fatiga, falta de creatividad, niebla mental, pensamientos negativos recurrentes, pereza, dispersión, falta de concentración, reactividad, sensación de estrés, pesadillas, malestares físicos de pánico y terror, pueden estar siendo provocados por ciertos alimentos que aparentan ser saludables y quizás no lo son, alimentos que quizás estás consumiendo no por hambre, sino por adicción, no por necesidad, sino por costumbre, no por utilidad sino por un simple antojo.
Al respecto es importante saber que los antojos de alimentos comunes están asociados con deficiencias nutricionales, disfrazados de ese postre, de esa torta, de esa hamburguesa, o de ese paquete que alimenta tu necesidad de un regulador temporal o inmediato del estado de ánimo, sin embargo, su ingesta te traerá no solo problemas corporales sino también problemas de tipo mental y emocional. Por ejemplo, es sabido que las harinas que contienen gluten, los carbohidratos, los azúcares y los saborizantes artificiales, entre otros productos, generan adicción en el mismo grado que sustancias como la cafeína o el alcohol. Por ejemplo, demasiada azúcar en tu cuerpo altera tus niveles en sangre y desequilibra tu metabolismo, las caídas de azúcar por consumo excesivo o constante, producen ansiedad, irritabilidad, preocupación, nerviosismo, tristeza y en algunos casos desencadena estados de depresión. El exceso de carbohidratos refinados y cafeína puede llegar a producir depresión, insomnio, trastornos de pánico, lagunas mentales y olvidos. Los aceites vegetales procesados, junto con productos cárnicos convencionales y embutidos, también producen procesos inflamatorios que terminan desencadenando ansiedad y depresión,
Todo lo que llega a tu estómago, afecta directamente tu cerebro, altera de una forma u otra, tu sistema hormonal, tus procesamientos mentales, tu sensopercepción, tus dispositivos de aprendizaje y tus emociones. A su vez, todo lo que sucede en tu mente y en tu cerebro, se ve reflejado en tus intestinos, afectando su funcionamiento y su metabolismo, por ejemplo, a algunos les pasa, que sienten ansiedad y nervios al hablar frente al público y terminan con cuadros de náuseas, diarrea, o inclusive desmayos, por esto, se habla del eje intestino-cerebro como un sistema de comunicación directa que junto con la microbioma, pueden llegar a detener funciones cognitivas y generar diversos trastornos mentales.
Del mismo modo, existen los mensajeros químicos denominados neurotransmisores que afectan el estado de ánimo, las reacciones emocionales y la salud mental de las personas, y afectan tanto positiva como negativamente de acuerdo al tipo de información enviada por ellos. Cuando existe un desbalance en la química del cerebro, las emociones se pueden llegar a desbordar de forma exagerada y absurda, de hecho, en la base de muchos trastornos de personalidad y del estado de ánimo existe fundamentalmente desorden hormonal, alteraciones químicas y cambios eléctricos cerebrales, y éstos se pueden llegar a producir cuando el cuerpo se encuentra mal nutrido y/o inflamado por una inadecuada ingesta de alimentos, cuando el cuerpo no recibe los nutrientes, elementos, oligoelementos, minerales y demás sustancias, que los verdaderos alimentos deben suministrar al cuerpo al ser ingeridos y procesados.
Por todo esto, es que es necesario que revises y tomes decisiones inteligentes con respecto a tu estilo de alimentación y a los productos que consumes a diario. ¿Qué es lo que le conviene a tu cuerpo y a tu mente?, ¿estás adicto a los azúcares, harinas, carbohidratos, productos chatarra, ultra procesados, paquetes, etc.? Recuerda que puedes reconocer una adicción, porque tu cuerpo te lo pide a diario, por eso es que, a mejores o verdaderos alimentos, mejor salud general, no solo física, sino también mental y emocional, mayor calidad de vida y mayor esperanza de vida.
Si estás padeciendo de cuadros de ansiedad, depresión, o alteraciones negativas en tu estado de ánimo, es propicio que revises lo que has consumido con anterioridad, algunas personas en consulta, me han comentado que antes de un cuadro de pánico consumieron “perros calientes” o “bebidas azucaradas”. Recuerda que existe una relación estrecha entre la comida chatarra, los saborizantes artificiales, algunos cereales, los nitratos, las sustancias químicas, el exceso de socio, la cafeína, el agua no purificada y otros cuantos mas elementos, con altos niveles de toxicidad y procesos inflamatorios que repercuten directamente en la salud cerebral y mental.
Igualmente, debes realizar un análisis de tus antojos, dependiendo del tipo de antojo así serán las deficiencias que tu cuerpo te pueda estar expresando, por ejemplo, antojos de comida salada pueden indicar fatiga suprarrenal y otras deficiencias, antojos de alimentos dulces son producidos por desequilibrios en el azúcar de la sangre, antojos de chocolate denotan falta de magnesio, antojos de queso y lácteos pueden denotar deficiencias de ácidos grasos esenciales y antojos de carnes rojas pueden ser producidos por falta de hierro y de nutrientes, entre otros, igualmente cuando sientes sed, ya tu cuerpo está en grado contundente de deshidratación y un cuerpo deshidratado no piensa calmadamente sino de forma reactiva.
En fin, es importante reconocer que un cuerpo sano facilita tener una mente sana y viceversa, ahora bien, hay que tener en cuenta que aunque, algunas personas si cuidan sus pensamientos, intentan canalizar adecuadamente sus emociones, inclusive, practican deportes, sin embargo, descuidan su cuerpo en cuanto a su alimentación, desconocen o desvaloran la relación directa entre su ingesta de alimentos y bebidas, con sus emociones y con su salud mental, a este respecto, considera que para saber amarte, necesitas desarrollar hábitos sanos de alimentación, te recomiendo mi artículo “cómo desarrollar un hábito” donde encuentras orientaciones para establecer estilos de vida sanos, también, recuerda la importancia de consumir comida real y fresca como algunos la llaman, nunca olvides que la comida es curativa, tanto para el cuerpo y como para la mente. Necesitas alimentos ricos en nutrientes, que sean antiinflamatorios, elimina cualquier sensibilidad alimentaria, es crucial que mejores tu salud y motilidad intestinal, que ingieras los minerales proporcionales a tu edad y tus necesidades corporales, que realices procesos de desintoxicación y limpieza, que tengas las vitaminas necesarias, puedes requerir exámenes especializados y orientación particular de nutriología, nutrición y medicina funcional.
Recuerda, la ciencia cada día demuestra que a través de la alimentación se pueden reducir las enfermedades mentales, se puede disminuir considerablemente el estrés, se puede aumentar la calidad de vida, por ello vale la pena adoptar hábitos saludables a partir de ahora, vale la pena realizar los ajustes necesarios en los alimentos de tu dieta, vale la pena verificar su calidad, es valioso que cuides la adecuada preparación de tus alimentos, que trates de controlar su origen y su prudente manipulación, y que tengas muy claro, cuál será su utilidad para tu cuerpo, hoy es el día para concientizarte sobre lo que debes y lo que no debes consumir, finalmente, como dicen algunos, tu eres lo que comes, así que come lo mejor, no solo para ser lo que quieres, sino también, para desarrollar todo tu potencial a nivel mental y emocional. Recuerda: ¡Tú lo vales!