EL CONTROL DE ESFINTERES EN LOS NIÑOS DE 18 MESES EN ADELANTE.

by | Sep 14, 2020 | Uncategorized | 0 comments

Cuando le quitamos el pañal?…. es la pregunta que muchos padres se hacen desde los 18 meses en adelante. La respuesta clave está en el niño(a) cuando comienzan a expresar percepción al respecto. Puede ser un “chichi” mirando a sus padres, o puede ser expresando incomodidad por estar mojado.  Algunos lo hacen fácilmente, en cambio, para otros,  parece ser imperceptible pese a que ya tienen 2.5 años o inclusive 3.  El tiempo que tardan en esta transición es en promedio 2 semanas cuando se hace de manera correcta y constante, pues resulta muy perjudicial empezar el proceso y luego devolverse.  Se realiza paulatinamente, la meta inicial es el control diurno, se requerirá unas cuantas semanas o meses más para el control nocturno.

Algunas consideraciones especiales que debe tener en cuenta:

  1. El control de esfínteres denota un componente de voluntad de un proceso que hasta el momento había sido involuntario.
  2. Cuando el niño comienza a tener la sensación de llenura en su recto o en su vejiga, se iniciará la concientización de su cuerpo de los procesos de eliminación.
  3. Factores sociales y ambientales determinan en algunos niños que logren hacerlo más rápido o de manera más efectiva. Las pautas de crianza con relación a autoridad prestigio, comunicación asertiva, valores como la paciencia, la perseverancia, la constancia, y el respeto de los padres hacia los niños, son claves en este tipo de procesos.
  4. Aunque los niños marcan la pauta para el inicio de este proceso, los padres pueden “ayudar” realizando comentarios como “veo que tienes ganas de ir al baño” o frases similares que el niño comprenda. De esta manera el niño puede realizar las asociaciones correctas entre su sensación física y lo que puede hacer para resolverlo.
  5. Se inicia con el control diurno cuando los niños expresan inicio de consciencia de este proceso, sin embargo para el control nocturno, se requerirá mucho mas tiempo, algunos inclusive lo logran alrededor de los 4 años.
  6. En el proceso intervienen muchos elementos neurológicos, biológicos, físicos y metabólicos. El cerebro, el intestino, y la vejiga juegan un papel primordial, pero igualmente, la motivación, la motricidad y el ambiente.
  7. Se tiene la idea de que las niñas controlan más rápido que los niños, pero esto no siempre es así, ya que hay muchas más variables que pueden alterar o favorecer el proceso.
  8. Algunos estudios encuentran relación proporcional entre el desarrollo óseo (esquelético) y el desarrollo de la corteza cerebral de los niños, con el desarrollo de sus esfínteres, se ha observado un correlación en el retraso en estos últimos, cuando también hay retraso en su desarrollo esquelético, motriz, y en la corteza cerebral.
  9. Los niños de 30 meses en adelante, evidencian mayor capacidad para retrasar el control de la vejiga durante la noche.
  10. No tener procesos de control de esfínteres después de los 3.5 años, denotaría una anomalía en el sistema familiar de crianza, o en el desarrollo del niño, lo que ameritaría la consulta inmediata a un especialista.

El exito de este proceso depende tanto de la perseverancia, constancia, asertividad y prudencia de los padres, como de la madurez en los esfínteres del niño, quien al tener control sobre ellos, avanza significativamente en su desarrollo integral tanto cognitivo como físico y motriz.

Recuerda: El control de esfínteres es un proceso natural  que todos los niños conquistan cuando están preparados. La tarea de los padres: acompañar y facilitar este proceso que llevará al niño(a) a afianzar su desarrollo madurativo y a fortalecer en gran manera su autoestima y crecimiento.