EL SINDROME DEL NIDO VACIO

by | Ene 24, 2022 | Uncategorized | 0 comments

La salida o partida de los hijos del hogar… que situación tan complicada para muchos padres.  Luego de ser padres a tiempo completo, estar pendientes de las rutinas de los hijos, de su bienestar, de su salud, de sus hábitos. Luego de conocer e inclusive opinar sobre sus relaciones, sus gustos, sus deseos, su manejo de recursos, su manejo del tiempo. Luego de compartir gran variedad de actividades, o de disfrutar valioso tiempo de calidad, de tenerlos cerca, de tener la oportunidad de abrazarlos, verlos, mimarlos, corregirlos, animarlos, afianzarlos… luego de todo esto, llega el día en que salen del hogar, ocurre su inevitable partida, comienza una etapa para ellos de retos, desafíos, una etapa que les demandará mucha responsabilidad, carácter y seguridad, mientras que para los padres, se inicia una etapa para la cual desafortunadamente muchos no estaban preparados, porque lo que un padre o madre siente al ver partir a su hijo de casa,  es algo indescriptible,  inimaginable y por demás muy doloroso, confrontante, confuso e inquietante, se vivencia una confusión de roles, ansiedad, estrés, depresión, culpa, entre otras cosas.. y si ya has experimentado la salida de tus hijos sabes de lo que estoy hablando.

Actualmente hablar de nido vacío sugiere ya una tristeza común a todos los padres, algunos profesionales se refieren al síndrome del nido vacío como la depresión (inclusive hasta clínica) que experimentan los padres con el cese de sus roles de crianza o retiro forzado como algunos dicen, especialmente y mucho más acentuado cuando el último hijo o el único hijo, se va de casa, otros se refieren al síndrome de nido vacío como ese sentimiento de tristeza infeliz que genera un trastorno emocional negativo en los padres. Hasta hace un tiempo, aún se hablaba del “mito” del nido vacío y se atribuía su estudio únicamente al campo de la psicología.

Hoy sabemos que el síndrome del nido vacío es más amplio, de hecho, algunos sugieren que debe abordarse desde una perspectiva biopsicosocial, ya que puede depender de factores biológicos, heredados, sociales, y psicológicos.  Es un fenómeno real, requiere orientación, intervención y tratamiento terapéutico, espiritual y médico, aunque idealmente, se debería tratar anticipadamente con preparación psicológica, y prevención en todas las áreas involucradas.  En realidad, la mejor manera de afrontar el nido vacío, es irlo elaborando y resolviendo, desde mucho tiempo atrás a la partida de los hijos.

¿Por qué le afecta tanto a los padres que sus hijos partan de casa?, bueno pues hay muchas razones, en algunos casos, la identidad de los padres se basa principalmente en la crianza de sus hijos, cuando ellos ya no están, vivencian una pérdida de identidad y se revalúan su rol y propósito de vida, en otros casos, los padres son dependientes económicos de sus hijos, al ellos no estar, experimentan incertidumbre, inseguridad y se sienten peligrosamente vulnerables, en otros casos, en los padres existían de antemano psicopatologías encubiertas de ansiedad o depresión, camufladas bajo las rutinas diarias y los roles frente a los hijos, cuando ellos se van, las emociones exacerbadas de tristeza y soledad, desencadenan dichas patologías que pueden ser de orden psico-emocional, orgánico, o inclusive relacional, en otros casos, los padres generaron una cerrada dependencia emocional y relacional con sus hijos, ya sea por soledad, inestabilidad emocional, viudez, divorcio, madre o padresolterismo, etc., entonces él, o los padres sienten codependencia, sienten el dolor del duelo afectivo y experimentan diversos sentimientos como el rechazo y la culpa. En otros casos, los antecedentes familiares, sociodemográficos y culturales, determinan las creencias y comportamientos de los padres, por ejemplo, cuando la unidad y cercanía es promovida por ciertos clanes y sociedades, entonces la partida de los hijos es vista como algo no natural, negativo, desafortunado e inclusive como un acto de desagradecimiento, deslealtad, deshonra y hasta traición.

Ahora, hay algunos padres a quienes el nido vacío les afecta mucho más que a otros, aquellos que sienten que perdieron a sus hijos sufren más, aquellos padres o madres que por estar o percibirse solos sienten soledad, ellos experimentan mayor dolor. Aquellos padres que tenían una cercana relación no solo afectiva, sino también organizacional y social, padecen demasiado cuando el hijo se va. Algunos padres que no tienen o tienen poca educación han reportado mayor dolor y sufrimiento que aquellos con mayor educación. Estudios también indican que los padres cuyos hijos salen de casa no para ir a estudiar o para formar un hogar, sino por otras causas, también sufren mucho más. Algunas investigaciones sugieren que para las madres es más dramática la partida de sus hijos que para los padres, especialmente por las rutinas de hábitos frente a los hijos, en muchos casos si aplica, pero en otros, no necesariamente es cierto, porque depende de los recursos emocionales, del carácter, del temperamento, de la madurez, de la visión de la vida, del propósito personal, y obviamente de la relación y percepción que se tiene de la paternidad o de la maternidad.

¿Qué podemos hacer como padres para prepararnos o afrontar la partida del hogar de nuestros hijos y evitar así, el dramático síndrome del nido vacío?

  1. Recuerda que tu criaste a tus hijos para que crecieran con madurez, inteligencia, decisión y voluntad. El objetivo de tu crianza era que tus hijos fueran felices y cuando grandes o mayores se valieran por sí mismos. La salida del hogar denota valiosa autonomía e independencia en la vida de tus hijos y esto te debe consolar e inclusive alegrar.
  2. No olvides que tus hijos desde la adolescencia y quizás desde antes, se venían preparando para la independencia, es parte del desarrollo psicoevolutivo de todo ser humano, soñar, planear y ser independiente. Si tus hijos se prepararon para su independencia, tu como padre o madre, también te preparaste o te debes preparar para dicha separación, para permitirles a ellos salir a la vida, ser y hacer y vivir en plenitud. De hecho, en tu tiempo, tú también lo hiciste igual que ellos.
  3. Es importante que recuerdes que tu identidad como ser humano y cómo persona, está muy por encima de tu rol de madre o padre. Al tener un descanso en tu rol paterno o materno, puedes reenfocarte en ti, trabajar en tus procesos de desarrollo personal, retomar tus intereses personales, fortalecer tu relación de pareja si la tienes, trabajar si aún puedes hacerlo, desarrollar nuevos intereses y pasatiempos. Canaliza productivamente la energía y la fuerza, que usabas para la crianza de tus hijos.
  4. Necesitas ser realista y resolver cuanto antes posible tu área económica, esto te dará tranquilidad e inclusive inspiración para planear actividades en tu vida. Si ya esta área está resuelta, no esperes más, planea todo lo que quieres hacer y que antes era imposible por falta de tiempo o de espacio con tus hijos.
  5. Algunos padres experimentan una pérdida del poder cuando sus hijos se van de casa, recuerda que ese poder lo sigues teniendo, si bien no controlarás más a tus hijos en su día a día, si podrás canalizar ese poder hacia ti mismo, hacia ti misma, direccionar tu vida con responsabilidad, cuidando tu salud, cuidando tu casa, tu trabajo, cuidando a otros familiares que pueden estar necesitándote, empodérate para dirigir tu vida excelentemente con eficacia y eficiencia, este es un tiempo propicio para aprender, estudiar, dominar un arte, aprender un oficio, especializarte en algo particular, aumentar tu inteligencia espiritual.
  6. Acepta que la crianza tiene muchas variantes, su ejecución es particular de acuerdo a la etapa psicoevolutiva de los hijos, a la distancia sigues siendo padre o madre, sigues estando presente para los hijos, asegúrate de hacérselo saber, no te victimices frente a ellos, no les generes culpas, anímalos, una cosa es decirles que los extrañas, y otra muy diferente que ya nada tiene sentido o que no quieres vivir. Tus hijos te necesitan bien. Tus hijos merecen verte bien y lo que a la distancia puedes criarles en este momento es a través de tu propio ejemplo de serenidad, de tu actitud estoica llena de valentía, de tu figura fuerte y diligente y de tu ejemplo de ánimo perseverante frente a la nueva etapa de tu vida.
  7. No olvides disfrutar los beneficios de la tecnología, en esta era de digitalización, debemos aprovechar los recursos que tenemos para vernos y hablarnos a través de cámaras y pantallas. Este es un recurso clave que resulta muy calmante para los padres especialmente al inicio del nido vacío, pero que termina siendo una dinámica relacional funcional a mediano y largo plazo.

Antes de terminar quiero mencionar un fenómeno que también está sucediendo en la actualidad y que afecta notablemente a los padres, y es el relacionado con la generación boomerang, aquellos hijos adultos que regresan a casa después de haber vivido solos, y cuyo regreso se da por múltiples razones, por ejemplo, razones económicas, de desempleo, por ruptura de pareja, por enfermedad, por problemas emocionales, etc. Éste regreso causa la misma angustia que la ocasionada cuando salió de casa la primera vez. Es una situación que estresa a los padres, que los preocupa y que en la mayoría de casos los incomoda ya que comprenden que este suceso, la mayoría de las veces no representa un avance o progreso en la vida de los hijos, es una situación que debe tener temporalidad, por eso deben elaborar un plan de acción específico con el fin de volver a generar la independencia y la autonomía de los hijos.

Bueno, termino recordándote que si puedes tener dominio sobre el síndrome del nido vacío, la partida de casa de tus hijos si bien es dolorosa, hace parte del plan para sus vidas, si aún no lo has vivido puedes irte preparando a través de diálogos, conversaciones, actividades y mentalizándote asertivamente. Si ya estás viviendo el nido vacío, se vale extrañarlos, se vale llorar, se vale estar tristes por momentos, sin embargo, es prudente que pienses que cómo madre o padre, aún debes darles buen ejemplo, debes mostrarles buena actitud, tu rol materno o paterno es vitalicio, asegúrate de dar a tus hijos lo que ellos necesitan de ti en esta etapa de independencia. Asegúrate también de darte a ti mismo como persona y como ser humano lo que necesitas en esta etapa de tu vida. Porque lo vales, porque lo necesitas y porque puedes. Si sientes que estás estancado o estancada en este síndrome, o si necesitas orientación terapéutica para avanzar o prepararte, no dudes en consultarme.