EVITANDO CAER EN LA “PENSADERA”

by | Mar 4, 2023 | Uncategorized | 0 comments

Sucede más a menudo de lo que la gente acepta, esos pensamientos recurrentes de situaciones reales o hasta imaginarias, esas escenas bochornosas, desagradables casi vividas de forma negativa, ocupan la mente en todo momento, tanto en tiempos productivos como de descanso. Algunos les llaman pensamientos rumiativos, cuando la persona repite en su mente escenas de su vida con personas significativas, y en donde se cuestionan el por qué las cosas salieron tan mal o no resultaron como ellos esperaban, la situación se empeora ya que estos pensamientos, no suceden pocas veces, se repiten una y otra vez, aún semanas o meses después del acontecimiento.

¿Te ha pasado? Algunos tienen estos pensamientos después de una ruptura de pareja, o después de una discusión con el jefe, o inclusive luego de presentar un examen en la universidad o posterior a una discusión familiar… el punto es, que es un tormento porque no puedes dejar de pensar en dónde salieron las cosas mal, porque se dijeron las palabras que se dijeron, porque no respondiste como se supone debías hacerlo y en general, cómo fue que se perdió el control.

La característica de estos pensamientos es que son excesivos y abrumadores, nada parece detenerlos, el lenguaje coloquial que algunos usan en consulta es “una pensadera sin sentido y utilidad”, la consecuencia mayor es la distracción y el bajo desempeño vital, las personas literalmente pierden el tiempo, lentifican sus ocupaciones, evaden responsabilidades, algunos terminan procrastinando y modificando su estado emocional, ya que expresan irritabilidad, desánimo, y desafortunadamente muchos terminan culpándose generando auto-rechazo.

Para controlar la “pensadera”, -los pensamientos rumiativos-, lo que se debe reconocer inicialmente es un patrón compulsivo, es decir, si estos pensamientos están tan desbordados que ocupan prácticamente todo el tiempo en tu mente, analiza, y si te das cuenta que no has podido dejar de pensar en eso durante todo el día y llevas así semanas o más, estas teniendo pensamientos rumiativos. Por otro lado, ten en cuenta que también puedes terminar con pensamientos rumiativos porque insistes en situaciones pasadas o presentes, en donde no puedes proveer la solución, denotando cierto tipo de obsesiones, ten en cuenta que esto, en algún momento, te puede alterar tu salud mental.

Por otra parte, considera que, si estás atravesando por, estrés postraumático, o se padece alguna enfermedad grave tendrás mayor tendencia a tener este tipo de pensamientos, igualmente, con cuadros depresivos o ansiedad, tendrás mayor propensión a alimentar “la pensadera”, algunos estudios también sugieren que ciertos rasgos temperamentales como el perfeccionismo, la inseguridad, y hasta la timidez, sostienen pensamientos rumiativos, y aunque se cree que las mujeres tienden más a la “pensadera”, algunos hombres que atraviesan crisis la pueden desarrollar igual o mayor que las mujeres.

Luego de reconocer algún tipo de patrón en tu vida o de identificar las posibles causas para tener este tipo de pensamientos, será importante, que analices el grado de tus pensamientos rumiativos, ya que, te están alejando de tu propósito, sentido y significado de tu vida, o si éstos, han llegado a ser incapacitantes al punto, de que te alteran tu desempeño diario, será propicio que consultes profesionalmente, ya que pueden estar relacionados con otras áreas, o, inclusive, ser parte de la sintomatología de un trastorno obsesivo compulsivo.

Para los casos, donde son ocasionales, un poco más mesurados, se necesita que seas muy intencional, en dirigir tus procesos mentales, se requiere que admitas tu habilidad y capacidad para controlarte, para generar procesos de autoconciencia y estar muy alerta a tu voluntad. Para esto, puedes enfocar tu atención en algo estimulante en los momentos en que reconozcas que estás en modo “pensadera”, hazlo por varios minutos, orienta tu atención en algo llamativo, interesante, desafiante, que tu atención se concentre en algo no trascendental como la música, las artes o la naturaleza, y si tu mente insiste en recordar tu pasado, llévala a situaciones donde en ese pasado terminaste logrando calma o victoria, lo más importante es lograr enfocar tu atención en lo que quieres y no en lo que la mente desee,  si necesitas llamar a alguien hazlo, si necesitas cambiar de actividad hazlo, si necesitas contacto con la naturaleza, hazlo, sumérgete en la pluralidad, diversidad y multiforme maravilla de esta vida, y con esto, comienza a tomar intencionalmente las riendas de tus pensamientos.

Recuerda que no siempre los pensamientos rumiativos los podrás evitar, lo que si puedes evitar, es pensarlos durante todo el día, ponles vigencia diaria, es decir, cuando caigas en cuenta que llevas “x” horas con la “pensadera”, toma la decisión de “ya no más”, por lo menos por el resto del día, en esos momentos planea todas las actividades que necesites, ponte al día con las que ya habías programado, y decídete “hacer”. Esto también evitará ciclos de procrastinación, culpa y angustia.

También es importante que cuides tus consumos audiovisuales, debes evitar en redes y medios de comunicación, todo lo que tu mente pueda relacionarlo con las situaciones que te han originado los pensamientos rumiativos, con la “pensadera”, esto es particularmente importante, sobre todo en los casos de depresión, ansiedad y estrés postraumático. Lo que sabes que te va a afectar evítalo por lo menos temporalmente mientras sales del ciclo de rumiación.

Por último, recuerda que todos los seres humanos hemos tenidos momentos de “pensadera” de -pensamientos rumiativos-, de hecho, es parte normal que nos preocupemos y tengo pensamientos al respecto, todos podemos utilizar estos momentos para analizar las situaciones, buscar soluciones, justificar las decisiones a tomar, o inclusive armarse de coraje para efectuar los cambios que tanto se anhelan, lo importante es que sepas discernir si realmente  estás logrando controlar los pensamientos rumiativos, o éstos, te están controlando a ti, en cuyo  caso la angustia, la rabia, el enojo, los sentimientos de venganza, las conductas ansiosas, las actitudes depresivas pueden jugarte una mala pasada, no olvides consultar profesionalmente para salir de estos terribles ciclos.