“No sé qué quiero de mi vida”, “no sé qué quiero hacer con mi vida”, “no se para dónde voy”, etc. Estas son frases recurrentes en consulta, desde los adolescentes que no tienen clara su vocación, pasando luego por los estudiantes universitarios, e inclusive, un gran numero de profesionales jóvenes que se confunden ante nuevas pasiones alternas a su profesión, luego, encontrando a personas de edad madura que tienen combinación de crisis existencial con problemas personales, y terminando en personas de mayor edad, con situaciones de nido vacío, finalización de vida laboral y pensión, diagnósticos de enfermedad, y que les cuestiona el sentido y rumbo de sus vidas. Todos ellos, con un común denominador, situaciones críticas y transicionales, que les hacen dudar de lo que quieren de la vida, que les confronta lo que la sociedad espera de ellos y que les desafía a vivir como realmente quieren.
Precisamente, para los más jóvenes, son los estándares tradicionales que la sociedad impone, lo que hace que algunos direccionen su vida para cumplirlos, el ir a la universidad y estudiar una carrera profesional, el conseguir un trabajo, el tener ingresos propios y adquirir una serie de bienes materiales como casa y automóvil, el viajar, el tener un matrimonio, el escalar y ascender profesional y laboralmente, el tener hijos, etc. Son algunos de esos estándares convertidos en prácticamente señales sociales de realización y plenitud de vida, donde los que los logran, llegan inclusive a decepcionarse, y los que no los logran, llegan a obsesionarse con ellos.
Hoy encontramos un gran número de jóvenes con crisis de vida, porque no tienen pareja o no se han casado, porque no tienen un empleo estable o unos ingresos regulares, porque no han viajado como quisieran, porque no han adquirido bienes como han anhelado, porque quizás ya están llegando a los 30 y se sienten estancados, jóvenes llenos de ansiedad porque según su criterio, no han alcanzado ciertos puntos de referencia en comparación con otros, y que son aparentemente demasiado deseables.
Definitivamente es una presión donde muchos se sienten obligadas a adaptarse a moldes y estándares familiares y sociales, pero ¿por qué pasa esto?, algunas investigaciones revelan que es una conducta adaptativa, es decir, el hecho de que las personas se adapten comportamentalmente, a su ambiente, les hace sentirse aceptados, incluidos y valorados. Sin embargo, para algunos que hoy se sienten al borde del abismo, que sus niveles de ansiedad e inseguridad están descontrolados y que definitivamente no quieren continuar así, su conducta adaptativa no necesariamente debería estar direccionada a cumplir los hitos sociales, sino por el contrario, mirar dentro de ti, y evaluar tus principios, tus motivos de felicidad y tus verdaderas pasiones.
Entonces, ¿Cómo hacer para revaluar o valorar lo que se quiere de la vida?
Es necesario tener en cuenta que, aunque muchos de estos hitos sociales son emulados por una gran mayoría, no necesariamente ellos son adecuados para ti. Cómo tú eres una persona única, irrepetible, singular que tienes tu propia “identidad”, puedes perfectamente romper estos tradicionales moldes sociales, y dedicarte a tus pasiones tiempo completo. No es necesario que vivas de forma robótica tratando de imitar a otros, en el afán del día a día, puedes detenerte a meditar y considerar realmente lo que quieres hacer de tu vida y con tu vida, teniendo en cuenta tus gustos, tu identidad, tus sueños y tu autoestima.
Una forma de poder realizar esto, es dejar de consumir temporalmente medios audiovisuales que te generan nuevas necesidades diarias y que te hacen sentir incompleto la mayor parte del tiempo con sus publicidades, modas y tendencias. También es importante que menosprecies los moldes sociales que te encasillan y te guían por caminos estrechamente limitados donde te obligan a obedecer para poder encajar.
A nivel cognitivo, es necesario que te concientices de tus distorsiones cognitivas, afirmaciones hipotéticas del tipo “es que yo debería” te pueden hacer mucho daño en tu autoestima y autoeficacia, igualmente distorsiones del tipo “todo o nada” donde te sientes fracasado por no alcanzar perfección, o distorsiones de sobre-generalización, donde crees que nunca alcanzarás el éxito, o distorsiones de descartar lo positivo, donde solo tienes en cuenta lo lo negativo, etc. Para saber realmente lo que quieres, es necesario tener pensamientos y afirmaciones positivos y bastante lucidez y claridad mental. Aquellas ideas improvisadas que son geniales, suelen darse espontáneamente cuando la persona tiene una mentalidad lucida, objetiva, y funcional.
Ten en cuenta que, si tomas una decisión de cambio, debes considerar los riesgos, de hecho, toda decisión tienes sus pros y sus contras, solo que los contras de tu decisión, no deberían superar tus intensas motivaciones internas y tus profundos anhelos. Los estudios revelan que las personas motivadas intrínsecamente, se sienten más independientes, competentes y conectadas con otros. Así que la pregunta que te puedes responder es ¿Qué es lo que realmente te gustaría que te hiciera levantar en las mañanas y en el mismo día, querer seguirlo haciendo aun cuando lleves 15 0 18 horas seguidas?
Esta pregunta se puede resolver identificando detalladamente tus motivaciones, recuerda que lo que te motiva desde adentro, favorece tu autenticidad y fortalece tu identidad, por lo que si tus motivaciones intrínsecas, te hacen correr hacia los estándares sociales, allí te sentirás más realizado, pero si tus motivaciones intrínsecas te están alejando de los estándares sociales, debes concebir un cambio de camino y otras alternativas de acción.
En medio de éste análisis, toma en cuenta tus sentimientos, es imprescindible que reconozcas tus miedos, ¿son sociales?, ¿tienes miedo a fracasar? ¿a no dar la talla? ¿a defraudar a otros? ¿lo que quieres es ser validado por los demás? Es importante que pienses en que campo o área te sentirías más competente, más conectado y más autónomo, porque esto hará que demuestres mayor responsabilidad y perseverancia al hacerlo, recuerda que, si haces cosas por otros y no por ti, es porque estás tratando de llenar vacíos en ti, estás buscando aprobación, y esto te lleva a vivir una vida decepcionada e inconstante.
Otra pregunta importante para responderte es ¿Qué es lo que más disfrutas en esta vida?, esta pregunta está directamente relacionada con la autoestima, específicamente con la autoeficacia y el auto-concepto y responde a lo que te emociona naturalmente todos los días y te hace desearlo con todas las fuerzas de tu corazón, esto te lleva a concretar tus pasiones y habilidades naturales.
También, puedes analizar que, si no existiera la familia o las personas a quien complacer, entonces ¿Qué estarías haciendo en este momento?, la respuesta a esta pregunta te debe inspirar decisiones cruciales, que, a su vez, deben estar sustentadas en tus valores y principios de vida, en lo que hasta el momento valoras como lo más importante a nivel moral, ético y hasta espiritual.
Recuerda que para saber amarte, necesitas direccionar tu vida de forma auténtica y contundente, y aunque no es fácil el ejercicio de pensar o repensar que hacer con la vida, poner en tela de juicio un presente para quizás tener un futuro con mayor sentido y propósito, vale realmente la pena, se trata de tener mayores claridades, de vivir apasionadamente, de ser intencionales con las profundas motivaciones que sostienen y energizan los días, y de vivir una vida agradecida al hacer las cosas con verdadero amor y mucha responsabilidad y porque tú lo vales, tú lo puedes hacer.