¿Cuántas cosas has dejado en el olvido por no haberlas planeado correctamente?
¿Cuántos metas has dejado de alcanzar por no haberlas tenido claramente en tu mente?
¿Cuánto tiempo has dejado pasar sin lograr tus sueños?
¿Cómo has afectado a los que te rodean por pensar y actuar de manera desordenada?
Saber que quieres, que deseas, que anhelas, como lo quieres, cuando lo quieres, donde lo quieres…, es quizás, lo más importante al iniciar, reiniciar o visualizar algo en tu vida. Cuanto más ordenado seas al respecto, la planeación según objetivos de valor, estará tan estructurada, que aumentará la probabilidad de su consecución, desarrollo y logro. Es cierto que, en el logro de las metas, se compilan muchas variables, sin embargo, sino se tiene cierto grado de orden en su ejecución, seguramente las metas no podrán alcanzarse.
Es por esto que el orden en tu vida es quizás, la primera virtud que puedes atesorar. Supone que tengas claridades mentales, respeto a tus principios y valores, sanidad en tu corazón, propósito y sentido de existencia. Una persona ordenada puede llegar a superarse a sí misma, y generalmente lo hace, porque se conoce como ser humano, porque entiende sus diferencias individuales frente a otros, porque no se compara, sino que establece sus propios estándares de excelencia, porque valora el tiempo, las personas, los recursos y su vida cada segundo del día a día.
El desorden por su parte, tiene muchas variantes, no solamente tiene que ver con caos físico o ambiental, va mucho más allá, por ejemplo, cuando una persona que dice tener ciertos principios, valores y filosofía de vida, pero en realidad vive contrariamente, está demostrando desorden en su mente, alma y corazón. Cuando una persona acapara cosas materiales sin sentido y de manera obsesiva, está demostrando ansiedad, angustia y por demás desorden a nivel interno en sus sentimientos y emociones. Generalmente las personas desordenadas, causan dolor y frustración a lo que los rodean, es que, la virtud del orden es de las que más demuestran cómo está el interior del ser humano.
El orden se debe enseñar en los primeros años de vida, es la virtud más fácilmente educable para los padres y más comprensible para los niños, pues se transmite a través del buen ejemplo, se desarrolla a partir de hábitos operativos y rutinas diarias, lo externo va organizando lo interno. Ahora bien, si no se aprendió en los primeros años, la virtud del orden siempre podrá ponerse en práctica, eso sí, con ayuda de la prudencia, la perseverancia y la rectitud, supone tener objetivos claros, y saber cómo administrar correctamente el tiempo, y los diferentes recursos disponibles tangibles e intangibles.
Al iniciar este nuevo año, ordena tu vida, es tiempo de planificar, proyectar, programar y reiniciar de manera estructurada, así que ten en cuenta las siguientes sugerencias, que pueden ayudarte a tener una vida mucho más configurada y feliz.
- Ten claro, cuáles son las ventajas y desventajas de tu temperamento, aprende a manejar tus desventajas o debilidades, pues en la realidad, son las que te paran, estancan y hacen retroceder.
- Asegúrate de estar en paz con quienes te rodean, esto es pre- requisito para estar en paz contigo mismo(a).
- Respeta tu escala de principios y valores, ella te ayudará a establecer límites y no traspasarlos.
- Cierra ciclos pasados, se consciente de lo que ya no es, y déjalo atrás.
- Respóndete ¿Quién eres?, ¿Qué quieres hacer? y ¿hacia dónde te quieres dirigir?
- Limpia tu mente de pensamientos disfuncionales, inasertivos y negativos.
- Limpia tu corazón de emociones negativas, disfuncionales y dañinas.
- Establece tus rutinas y hábitos diarios, en todas las áreas: personal, académico, laboral, social, tiempo libre y esparcimiento, cultural etc. Comienza desde que te despiertas hasta que te duermes, recuerda que manejar franjas de horarios ayuda a administrar correctamente tu tiempo.
- Identifica la mejor manera de administrar tus recursos económicos, materiales y físicos.
- Comienza hoy a establecer el orden interno y externo. No dejes pasar mas tiempo.
No olvides que el tiempo es junto con tu salud, el mayor recurso personal que tienes, aprovéchalo, ordena tu manera de pensar, creer y soñar, ordena tu tiempo, tus relaciones, tus aspiraciones, tu trabajo, tu economía, tu estudio, tus sueños. Ordena tu lugar en este planeta tierra. ¡Tu vida lo vale!
¿Quieres orientación al respecto? ¡Consúltame!