¡Ya no aguanto más esta situación! es lo que muchos han dicho frente a la imposición de cuarentenas, restricciones, prohibiciones, y limitaciones, como una manera en que los gobiernos y autoridades han tratado de manejar la llamada “pandemia por coronavirus”. Una situación muy lamentable que ha demandado que todos los seres humanos, desde los más pequeños hasta los mayores, se hayan tenido que adaptar al confinamiento, a las mascarillas, y a la reducción o inclusive la eliminación de su libertad social.
No ha sido nada fácil, observar que lo que se pensaba iba a durar semanas o pocos meses, y cuyo panorama actual no define claramente una fecha de vencimiento, genera en las personas no solo incertidumbre, sino también desasosiego, depresión, desánimo, desesperanza, y obviamente más miedo y terror.
Afortunadamente el ser humano, -como siempre lo he dicho-, es maravilloso, tiene la capacidad de adaptarse, cambiar, transformarse, y sobrevivir aún en condiciones que otros seres vivos no podrían. Por ejemplo, aquellos que en estos tiempos tienen altas dosis de FLEXIBILIDAD, son los que muestran una percepción más objetiva de la situación, son aquellos que diariamente demuestran tolerancia y gran capacidad de adaptación, lo que resulta fundamental para enfrentar las diferentes medidas sociales.
¿Qué tan flexible se es frente a la vida y la actual situación?
Básicamente se reconoce a una persona flexible, cuando mantiene regularmente su estado emocional con actitudes favorables como la calma, la serenidad, la paciencia y la prudencia. Las personas flexibles, logran el autocontrol frente a situaciones adversas y críticas, no necesariamente se incomodan cuando se les lleva la contraria, o se les impone limitaciones y restricciones que para otros son inadmisibles.
Las personas con alta flexibilidad, saben adaptarse, generan nuevos planes en todas las áreas, desarrollan la capacidad de ver oportunidades cuando otros ven solo problemas. Como son buenos para afrontar los imprevistos tienen la capacidad de considerar plan a, b, c o más, como alternativas de solución a su realidad, por lo que en medio de las crisis crean, idean, proponen, solucionan e innovan. Adicionalmente, si la persona también es asertiva y emocionalmente estable, será alguien con quien se puede convivir fácilmente ya que tenderá a ser pacífica y demostrar vínculos afectivos sanos.
Por el contrario, las personas con baja flexibilidad viven en constante impotencia y frustración, pues rechazan puntos de vista diferentes a los suyos. Son personas intranquilas e incapaces de responder a las situaciones que perturban su vida cotidiana, por supuesto, las medidas restrictivas los atormentan y deprimen día a día. No pueden aceptar que estamos en una situación muy particular y única en la historia de esta generación. Cómo están convencidos de que solo hay una manera de hacer las cosas, pueden tener dificultades para reinventarse en áreas ocupacionales, laborales, profesionales y/o económicas, inclusive expresan conflictos de convivencia pues no toleran errores o equivocaciones propias o de los demás.
¿Cómo se puede incrementar los niveles de flexibilidad?
Recuerda que toda situación o circunstancia la puedes ver desde dos o más puntos de vista (no solo uno), y una gran mayoría tienen además un lado positivo.
La situación actual es limitante e inquietante, sin embargo, date la oportunidad de imaginarte una realidad funcional en medio de esta situación:
¿Cómo puedes hacer de tu día a día algo mejor?, ¿Qué tienes que cambiar de tu manera de hablar con respecto a lo que percibes, para que tu discurso sea adaptativo e inclusive positivo?,
¿Cómo estas organizando tu tiempo?, Si estás desempleado ¿aprovechas el tiempo para crear nuevos proyectos, rediseñar tu currículo, crear emprendimientos?, ¿desarrollar actividades significativas con tu familia? ¿capacitarte o estudiar? ¿ejercitarte o hacer deporte?
¿Tienes tiempo libre?, ¿meditas y reflexionas a diario realizando procesos de desarrollo personal, procesos de perdón, procesos de auto conocimiento, procesos de maduración de carácter? Cuando una persona “trabaja” en sí misma, afronta y resuelve contenidos internos emocionales, desarrolla su inteligencia emocional y aumenta su asertividad en sus relaciones intra e interpersonales.
Un proceso para resolver tu pasado, para conocer tu temperamento y personalidad, demostrando actitudes enseñables para madurar tu carácter, te llevarán a ser una persona altamente flexible y por demás muy asertiva e inteligente.
Si requieres ayuda para hacerlo, contáctame.