Desafortunadamente se escuchan comentarios negativos con respecto al futuro, palabras de incertidumbre con declaraciones pesimistas, con augurios de muerte y presagios de enfermedad. Los medios de comunicación continúan informando estadísticas siniestras, las políticas públicas de salud establecen avances y retrocesos cíclicos que vuelven a confundir a la sociedad, y en medio de todo esto, las personas con inseguridad, ansiedad, estrés y pánico, muestran indecisión para realizar cambios, para planear el futuro y para organizar su vida.
Es indudable que la vida ha cambiado para toda la humanidad, y en este momento es inevitable el cambio. Se requiere realmente un cambio de mentalidad, cambio de actitud, cambios de estrategias, cambio de actuación. Este es un tiempo para analizar cuidadosamente ¿Qué estamos percibiendo de nuestro medio? y aún más importante que la anterior pregunta es ¿Cómo estamos percibiendo el futuro?
Es tiempo de cambio, y aunque todo el tiempo estamos transformándonos, es importante aprender a caminar en medio de las situaciones que nos enfrentan a la necesidad de cambiar. Para ello es muy importante que realicemos ejercicios de introspección, y nos preguntemos ¿cuál es la lección de esta situación?, ¿puede haber algo en que esta situación me beneficie?, las respuestas nos ayudarán a tener una perspectiva más objetiva del futuro.
El tiempo de cambio implica también salir de nuestra zona de confort, experimentarlo intencionalmente, generar esfuerzos adicionales para optimizar las rutinas diarias, y fortalecer las relaciones interpersonales que sustentan nuestra vida en todos los ámbitos. ¿Cuáles son sus metas de cambio a nivel de hábitos?, ¿Cuáles son sus objetivos para crecer en carácter?, ¿Cuáles son sus aspiraciones para los próximos 6, 12 o 18 meses?
Una vez que se haya determinado a cambiar algo en su vida, recuerde no mirar atrás. Si contempla continuamente su pasado, el cambio le será más difícil o hasta imposible de aceptar. No olvide que el pasado no existe, solo se le da vida cuando se insiste en vivir pendiente de él. Y si bien es cierto que en la realidad no se puede controlar el futuro, si puede manejar el presente y enfocar todos los esfuerzos, para vivirlo al máximo en consecución a lo que desea lograr.
Así que dele la bienvenida al cambio, usted tiene el poder para controlar cualquier afectación de sensaciones fisiológicas y perceptuales de emociones como el miedo, la ansiedad y la preocupación. El cambio siempre generará excitación y emoción, intente percibir estas sensaciones por encima del miedo y temor. A veces, tener miedo y excitación se siente exactamente igual. Al volver a etiquetar en nuestra mente estas sensaciones, los cambios se pueden transformar en una emocionante sensación de anticipación y posibilidad, en lugar del típico miedo y pánico que se ha regado en el aire de estos tiempos. Crea con todas sus fuerzas que todo saldrá bien y que finalmente el buen proceder dará muy buen fruto.